La jueza que investiga el crimen del policía Jorge Sayago sigue buscando la prueba clave. El lunes a la tarde, la Brigada de Investigaciones de Caleta Olivia, al mando del comisario Marcial Gallegos, allanó las casas de los últimos tres procesados de la causa, José Rosales, Pablo Mansilla y Carlos Mansilla, y secuestró calzados y ropa. Los policías buscaban vestimenta manchada de sangre. Sin embargo, la prueba más concluyente podría obtenerse hoy, cuando el secretario y el médico del juzgado de Pico Truncado lleguen a Gobernador Gregores para realizar la exhumación del cuerpo de Sayago. Con la autorización de la viuda del policía, Lorena Castro, tomarán una muestra de ADN y la enviarán a Buenos Aires para que se la coteje con la manchas de sangre encontradas en prendas y objetos secuestrados. “Hacer las muestras va a llevar su tiempo, tardará unos cuantos días”, anticipó a Página/12 la jueza Graciela Ruata de Leone.

Los allanamientos del lunes volvieron a alterar la rutina de Las Heras, una ciudad de 10 mil habitantes que, lentamente, parece irse acostumbrando a la presencia de gendarmes y policías de otros lugares. Los allanamientos fueron cinco y en ellos participó personal del Gabinete Criminalístico de la zona norte de la provincia. Según fuentes policiales citadas por la agencia DyN, el resultado habría sido “negativo”. La abogada de los tres detenidos, Claudia Ferrero, contó a este diario que el material secuestrado serían “una bala 22, suelta” y, en el caso de los hermanos Mansilla, las “rodilleras que les dan para el trabajo en la empresa Indus”. Tanto Pablo como Carlos Mansilla trabajan en esa compañía, que emplea a petroleros bajo el convenio colectivo de la Uocra.

Ayer, mientras la jueza se encontraba en Caleta Olivia “haciendo diligencias” para el expediente, la viuda de Sayago habló con una radio local. Allí criticó al cura párroco Luis Bicego, quien tras regresar de un viaje a Italia denunció que en Las Heras se estaba viviendo un clima de represión que hacía recordar a la dictadura. “Está tomando una posición que no le corresponde, ni siquiera se acercó a mí”, lo criticó Castro. Luego, y sin dar más precisiones, aseguró que los culpables del asesinato de su pareja “están entre la gente que ha sido detenida”. “Acá no hay presos políticos”, agregó, rechazando las denuncias de los familiares de los presos y de algunos organismos de derechos humanos.

Aparte de la viuda de Sayago, hubo otra declaración que generó cierto impacto entre quienes siguen de cerca la causa. Jorge Bilbao, hermano y primo de Juan Pablo y Juan Domingo Bilbao (dos de los primeros cinco detenidos), criticó a la jueza y dijo que debería “dedicarse a buscar a los verdaderos culpables”. “Afuera hay gente mucho más comprometida que los presos que tiene en la Alcaidía de Puerto Deseado. Hay gente relacionada con la política que sabe mucho más que lo que dice”, aseguró. La última frase actualizó algunos rumores que recorrieron Las Heras pocas semanas después del crimen de Sayago. En aquellos días se vinculó con la refriega al hermano de un conocido dirigente político local.