Lun 03.04.2006

EL PAíS  › CRITICAS EN EL DISCURSO DE KIRCHNER POR LA GUERRA DE MALVINAS

“Fue otro crimen dictatorial”

El acto fue en la Base Aérea de El Palomar. El Presidente criticó a los ex jefes militares y a los civiles que los apoyaron. También reclamó la apertura de una negociación por la soberanía con Inglaterra.

En la Base Aérea de El Palomar y frente a toda la plana mayor de las Fuerzas Armadas, el presidente Néstor Kirchner planteó que la guerra de Malvinas fue otro “crimen dictatorial”, reivindicó la pelea por la soberanía sobre el archipiélago austral como una cuestión de Estado y que su recuperación “no debe ser un problema militar” sino diplomático, además de instar a Gran Bretaña a negociar de “buena fe” la soberanía de esos territorios en los que “persiste una situación colonial”. Al final de su discurso en el acto central de homenaje a los caídos en Malvinas, a 24 años del comienzo de la guerra en el Atlántico Sur, Kirchner se dirigió a los cientos de ex combatientes allí presentes: “Perdón, y muchas gracias por lo que hicieron por la Patria”, les dijo.

Llamó “hermanos” a los veteranos de guerra; volvió a acuñar el término “desmalvinización” para graficar a quienes intentaron tapar los horrores de guerra y la situación de los ex combatientes; criticó a los civiles y a quienes con charreteras “robaron” el esfuerzo que todo el pueblo hizo para colaborar con una causa nacional. Con un duro discurso, el presidente Kirchner conmemoró otro nuevo aniversario de la guerra de Malvinas frente a un auditorio compuesto por gran parte de su gabinete, gobernadores, parlamentarios, miembros de la Justicia, gremialistas, funcionarios de todos los niveles, representantes diplomáticos, veteranos de guerra y el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas y sus respectivas cúpulas.

También hizo un crítico repaso histórico en el salón de la Primera Base Aérea con asiento en El Palomar. “Malvinas fue otro de los crímenes dictatoriales”, afirmó el Presidente para luego rescatar que el conflicto “supo forjar hombres capaces como nuestros veteranos de guerra de dar la vida por los demás, de inmolarse por la Patria, aún ante el error estratégico y político de quienes la conducían ilegítimamente en ese momento”. Arrancó aplausos de los presentes.

En su discurso también repartió culpas a la hora de asignar responsabilidades: “Con todo respeto y cariño por nuestros queridos jefes de las fuerzas y nuestros soldados y oficiales actuales, fueron generales cobardes que llenaron de deshonor a nuestro Ejército y a nuestro pueblo argentino. Pero también están los civiles que acompañaban y mientras en la televisión salían documentos y declaraciones que ganábamos la batalla estaban ahí al lado incentivando un nacionalismo ultramontano y después, cuando vino lo peor, muchos de esos civiles y ese poder económico que acompañó ese sistema, desapareció, no estuvieron para ayudar a los caídos ni a los que combatieron ni para ayudar a la Patria”.

Kirchner definió que el tema Malvinas “no es un problema militar, debe ser un objetivo nacional y con diálogo, diplomacia y paz debemos recuperarlas para la Patria”, dijo y aclaró que esa política tampoco “significa vivir con la cabeza gacha”. Luego reiteró la “voluntad de reanudar el diálogo con el Reino Unido, entre democracias, destinado a encarar y a resolver una controversia que está afectando nuestras relaciones, es un proceso en el que le pondremos buena fe y que demandará buena fe, tesón y disposición también por parte del Reino Unido. Deben mostrar disposición de negociar nuestra soberanía sobre las islas Malvinas”, planteó como condición.

Poco antes de pedir “perdón” y darles las “gracias” a los ex combatientes, el Presidente volvió a cargar contra los dictadores: “Fue duro lo que sufrimos y dimos y la batalla que tuvimos en 1982, pero queridos argentinos, fue vergonzante lo que pasó después de la derrota dolorosa, cómo cada uno quería esconderse en su madriguera dejando a los que lucharon solos. Los que conducían a la Argentina demostraron una vez más su cobardía y cuando tenían que poner la cara escapaban como podían. Ya lo habían hecho años antes y lo volvieron a hacer ese día”.

Antes que el Presidente, el jefe del Estado Mayor Conjunto, Jorge Chevallier, también había marcado su discurso con los mismos argumentos presidenciales al afirmar “el objetivo irrenunciable de recuperación delas islas Malvinas por la vía de la paz, con relaciones maduras, racionales y prudentes”. La ministra de Defensa, Nilda Garré, no fue de los oradores pero tampoco dudó en adherir a la línea que marcó el Presidente en El Palomar: “La soberanía sobre Malvinas siempre debió ser un problema diplomático. La dictadura manipuló una causa nacional con el objetivo de buscar una legitimidad y resolver temas internos”, sostuvo Garré.

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