EL PAíS › LA IGLESIA DE URUGUAY Y LA ARGENTINA ACEITAN CONTACTOS
El gobierno argentino prefiere manejarlo directamente, pero los puentes ya son evidentes. Ayer, el arzobispo de Montevideo habló abiertamente de “diálogo” y las conferencias episcopales mantienen contactos para frenar una escalada regional.
› Por Washington Uranga
En declaraciones recogidas ayer por los diarios uruguayos, el arzobispo de Montevideo, Nicolás Cotugno, admitió que en los últimos días dialogó con el cardenal de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, sobre el diferendo planteado entre Argentina y Uruguay respecto de la instalación de fábricas de pasta de celulosa en la localidad oriental de Fray Bentos. Cotugno sostuvo que “el diálogo” es el camino para destrabar el conflicto y que es necesario “superar el egoísmo” por ambas partes. En Buenos Aires el cardenal Bergoglio no confirmó ni desmintió la noticia, ni tampoco lo hicieron los voceros habituales de la Conferencia Episcopal. Sin embargo, la declaración de Cotugno se ubica en la línea de algunos contactos previos entre los dos episcopados rioplatenses dispuestos a ofrecer sus buenos oficios si ello fuese necesario.
Mientras en Gualeguaychú voceros de los ambientalistas admitieron que los cortes de ruta pueden levantarse en los próximos días, en Montevideo el ministro de Vivienda y Medio Ambiente uruguayo, Mariano Arana, evaluó que “el informe de la comisión (de expertos) designada por el Banco Mundial nos resultó altamente satisfactorio por la seriedad, la meticulosidad técnica y científica de las dos personas que firman” y porque ratifica que “las alarmas públicas que se han generado” en torno al daño que provocarán las papeleras “carecen de fundamento”. En Buenos Aires, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, reiteró ayer la decisión del Gobierno de llevar el tema de las papeleras ante el tribunal de La Haya y afirmó que la determinación el Banco Mundial de demorar el otorgamiento del crédito a Uruguay muestra que la posición argentina “no es caprichosa”.
El Viernes Santo el obispo de Gualeguaychú, Jorge Lozano, quien asumió en esa diócesis hace apenas dos meses y que antes se desempeñó como auxiliar de Buenos Aires, presidió la ceremonia del Via Crucis que se realizó precisamente en la zona donde se realizan los cortes de ruta. Allí Lozano llamó a “pacificar los espíritus”, si bien no se pronunció sobre el fondo de la cuestión. El obispo entrerriano viene manteniendo contactos también con el presidente de la Conferencia Episcopal uruguaya, el obispo Pablo Galimberti y con el obispo de la diócesis de Mercedes (Uruguay), Carlos Collazzi, bajo cuya responsabilidad pastoral se encuentra la ciudad de
Fray Bentos. En esos diálogos el tema de las fábricas de pasta de celulosa ha estado siempre presente. Cada vez que ha sido consultado, Lozano se resistió a hablar de “mediación”, admitiendo, en cambio, que la Iglesia puede colaborar al “diálogo” y al “encuentro” entre las partes.
Cotugno dijo ahora que el diferendo no debe extenderse porque “estamos frente a una situación irracional”, insistiendo en que “sólo el camino del entendimiento y del diálogo son los caminos de la racionalidad”. Dijo también el arzobispo montevideano que es necesario dejar de lado “los intereses particulares”, porque “no se puede buscar el bien común de una localidad sin tomar en cuenta la región”.
En Buenos Aires trascendió que la disposición de los obispos a colaborar, en la medida de sus posibilidades, para facilitar el diálogo entre las partes, fue planteada por la jerarquía eclesiástica al ministro Jorge Taiana en los encuentros que las más altas autoridades de la Iglesia sostuvieron en las últimas semanas con el canciller, primero en la sede del Episcopado y luego en el piso 14 del Ministerio de Relaciones Exteriores. En ambas ocasiones Taiana habría agradecido el ofrecimiento, pero descartado por el momento esa posibilidad. También la Comisión de Justicia y Paz, presidida por el ingeniero Eduardo Serantes y cuyo asesor es el obispo de San Isidro y presidente de Pastoral Social, Jorge Casaretto, ha estado considerando la posibilidad de hacer un aporte para acercar las partes en disputa y explorando una metodología que pueda ser aceptable para todos los interlocutores. De otras fuentes se sabe que el presidente Néstor Kirchner prefiere conducir el asunto personalmente,evitando todo tipo de mediación que pueda ser leída como un menoscabo de su autoridad o de su capacidad para manejar el conflicto.
“Creo que para la Argentina las últimas noticias son noticias que de algún modo corroboran que la posición argentina no era una posición antojadiza”, manifestó en Buenos Aires el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. El ministro, que participó de las dos últimas reuniones con ambientalistas celebradas en el Ministerio de Relaciones Exteriores, destacó la importancia de que “se haya reconocido lo que la Argentina venía planteando –que nadie había hecho hasta el día de hoy– de (realizar) un estudio de impacto ambiental conjunto”. En el mismo sentido se pronunció el gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, quien dijo que “la mayoría de la gente de Gualeguaychú plantea la relocalización de las plantas, así que nosotros creemos que hay que hacer el estudio de impacto ambiental junto con el Uruguay”.
Por su parte, el ministro de Vivienda y Medio Ambiente de Uruguay, Mariano Arana, aseguró que “me alegra muchísimo que se haya vuelto a colocar el tema de la controversia, que desgraciadamente ha adquirido un grado tan inesperado y tan inconveniente..., porque vuelve a colocar las cosas en los términos en que deberían haberse colocado desde un principio, no en términos políticos, electorales, ni apasionamientos ni de presunciones”, manifestó. Asimismo, el funcionario rehusó opinar si el anuncio del banco holandés ING Group de demorar el otorgamiento del crédito a la empresa Botnia puede “complicar” la continuidad de las obras en Fray Bentos (ver nota aparte). “Eso lo tendrán que considerar las empresas privadas, nosotros no estamos defendiendo empresas, lo que defendemos es la calidad de la vida de nuestras poblaciones, no solamente la uruguaya”, expresó.
En tanto, los grupos ambientalistas reconocieron que evalúan levantar los piquetes “en los próximos días”. Juan Veronesi, asambleísta de Gualeguaychú, precisó que “hay mucha tendencia” a levantar el bloqueo entre los miembros de la organización. “Creemos, un grupo bastante numeroso, que (el corte) lo vamos a levantar en los próximos días”, confió Veronesi, aunque aclaró que “todavía no nos hemos abocado a tratar ese tema en rigor en la asamblea”, cuya próxima reunión está prevista el lunes. Los cortes se llevan a cabo en los accesos a los puentes General San Martín (Gualeguaychú-Fray Bentos) y General Artigas (Colón-Paysandú). El primero cumple hoy once días ininterrumpidos, mientras el segundo se desarrolla por novena jornada consecutiva.
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