Luego de su detención en un desalojo violento en el Mercado de Pulgas, el líder del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), Raúl Castells, comenzó ayer una huelga de hambre para reclamar su libertad. En tanto, será trasladado hoy a la Alcaidía de Tribunales para que preste declaración indagatoria ante el juez Ignacio Balderrain. Se lo acusa de resistencia a la autoridad, daños contra un patrullero y del robo de teléfonos celulares de la policía. La esposa de Castells, Nina Peloso, afirmó que la detención “es una persecución política”. “Este gobierno no tiene nada que ver con los derechos humanos, es totalitario y fascista”, remarcó. “Se trató de ocupar un lugar que no estaba habilitado y allí se produjo la detención de este señor”, retrucó el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien repudió sus “actitudes rayanas con la prepotencia”.

Los incidentes por los que Castells terminó detenido se produjeron el lunes, cuando el MIJD intentaba ocupar el Mercado de las Pulgas para inaugurar un merendero. La ministra porteña de Derechos Humanos y Sociales, Gabriela Cerruti, había tenido una reunión en la que le había advertido de “los riesgos que implicaría la instalación de un comedor dentro de las precarias condiciones edilicias” del Mercado. Castells insistió en inaugurar el merendero y el ministro de Producción, Enrique Rodríguez, pidió a la Justicia y a la policía que impidiesen la ocupación.

Junto con Castells están presas otras cuatro personas. Desde el MIJD aclararon que no se trata de militantes propios sino de “trabajadores del Mercado de Pulgas”. Uno de los abogados de Castells, Daniel Igonikov, planteó que “es altamente improbable que recupere la libertad. Es una persecución política, lo acusan de robar celulares y eso no se sostiene”. Por su parte, el MIJD anunció que hará una movilización mañana con trabajadores de la carne para reclamar la libertad de su dirigente. “Si hay repudio popular, lo sueltan. Si no, lo pueden seguir teniendo preso”, interpretó Ovidio Pepe, del MIJD. Las malas noticias se siguen acumulando para Castells: el mismo día que lo detuvieron se conoció la intimación de la Corporación Puerto Madero para que retire el comedor que tiene en la zona. Ayer se supo que otra de las causas, en la que se lo acusa de “tentativa de extorsión” por reclamar 50 mil Cajitas Felices” a un McDonald’s, llegará a juicio oral el 31 de mayo.