Están muy lejos de la santidad, pero sus rostros fueron retratados en un lienzo de la Catedral riojana: el ex presidente Carlos Menem y el gobernador Angel Maza, entre otros, aparecen en un mural de 40 metros cuadrados que quedará instalado en uno de los costados de la iglesia junto a la imagen del patrono, San Nicolás de Bari, cuyas procesiones convocan a multitudes en la provincia. La novedad, revelada por un portal de noticias riojano, provocó reacciones a favor y en contra en la Iglesia local y llevó a Maza a aclarar que él “no tenía nada que ver” con la iniciativa. Luego se supo que el lienzo fue encargado por el ex obispo de La Rioja Fabriciano Sigampa, antes de dejar el cargo para ocupar la arquidiócesis de Chaco, y por el cura párroco de la Catedral, Héctor Montiel, que hizo una defensa cerrada de la obra. Casualmente, los rostros de ambos comparten cartel en la pinturita.

La noticia de la canonización por izquierda del ex presidente sacudió ayer la siesta riojana. Los teléfonos de las radios locales se pusieron al rojo con llamadas de protesta. Algunos vecinos cuestionaron la “vanidad sin fin” de los políticos retratados, otros se preguntaron por qué no aparecía también la oposición, un tercer grupo planteó que no debería haber ninguna figura de la política en ese cuadro y el resto especulaba con que la obra se hace porque el 23 de julio asumirá un nuevo obispo, Roberto Rodríguez.

Además de San Maza y San Menem, que en el cuadro porta una sonrisa socarrona de reelección, aparecen en el retrato el vicegobernador Luis Beder Herrera, el ex gobernador Bernabé “Pocho” Arnaudo y el ex intendente menemista Agost Carreño. También se incluyó a una meujer que parece ser la monja Martha Pelloni, a autoridades de la Iglesia y a otras personas del común. “Yo no di ninguna autorización”, se atajó Maza, rápido de reflejos, mientras que Beder Herrera, que cultiva un estudiado perfil bajo a lo Enrique Coti Nosiglia, aclaró que él de ninguna manera quiere aparecer.

La tela tiene 5 metros de ancho por 8 de largo y está siendo pintada en una sala junto a la basílica por el artista porteño Octavio Calvo, que fue contratado por Sigampa. Muy molesto, Calvo salió a aclarar que él “no es un pintor político” y sostuvo que la obra había sido expuesta en el Congreso y “nadie dijo nada”. Por su parte, el párroco Montiel defendió el cuadro. Explicó que representa una situación real: la visita a La Rioja de la Virgen del Valle de Catamarca en junio de 1995 (de allí la sonrisa reeleccionaria de Menem) y que los políticos aparecen porque “se trata de un hecho histórico”. Montiel también rechazó la idea de que se retiren los rostros de Menem y Maza del mural y aclaró que “no sólo el gobierno” financió la obra, “sino también algunos particulares”.

“Fue una acción noble de querer representar la visita de la Virgen del Valle a La Rioja, pero yo no estaba ahí, era secretario de Minería (del gobierno de Menem) y ni siquiera era gobernador”, se excusó Maza, que supo ser uno de los principales discípulos de Menem hasta que lo enfrentó a la cabeza del kirchnerismo en la última elección legislativa.

“Aunque Menem sea un hombre de La Rioja es un despropósito que esté allí, no cabe ninguna duda”, destacó el cura párroco de Chamical, Delfor “Pocho” Brizuela. “El ex presidente llevó una política contraria a la opción por los pobres y a los mandatos éticos de los evangelios. Con sus indultos, cerró la posibilidad de que se investigara el asesinato de (el obispo asesinado por la dictadura, Enrique) Angelelli. El tendría que estar en ese mural y ningún dirigente político de ninguna clase”, sostuvo Brizuela. Mientras el cuadro levanta polvareda en La Rioja, San Menem sigue sonriendo. Pero, como el verdadero, está pintado.

Informe: Werner Pertot.