“Lo primero que me vino a la mente es aquel socialismo que prestaba funcionarios al (dictador Jorge Rafael) Videla. Qué picardía que ese socialismo no haya sido capaz de colaborar con un gobierno democrático”, descerrajó ayer el jefe de Gobierno, Alberto Fernández. Luego del rechazo de la conducción del Partido Socialista a la oferta que le hizo el Gobierno para que el ex diputado Héctor Polino ocupase la Secretaría de Medio Ambiente, la reacción del oficialismo no podría haber sido más dura. “Nosotros no vamos a responder agravios. El tiene que entender que para ayudar al Gobierno no es necesario hacerse kirchnerista”, respondió el presidente del PS, Rubén Giustiniani. Por su parte, el secretario gremial del partido, Ariel Basteiro, aseguró que “no es Alberto Fernández el que puede adjetivarnos, cuando él viene colgado del faldón de (Domingo) Cavallo, siendo defensor del modelo neoliberal en la Argentina”. “El aporte más grande que hizo a la democracia es que con su renuncia permitió que subiera Elena Cruz, que reivindicó a Videla”, lanzó Basteiro, al cierre de las jornadas en el Teatro Avenida, donde hablaron distintas autoridades del socialismo ante más de mil personas. Participaron también dirigentes de otras fuerzas políticas, como el ex intendente de Gualeguaychú Emilio Martínez Garbino y Carlos Heller, titular de banco Credicoop. Mandaron sus adhesiones el diputado del ARI, Eduardo Macaluse, y el de la CTA, Claudio Lozano. Entre los oradores, la ensayista Beatriz Sarlo consideró que el Gobierno hace “terrorismo democrático” y felicitó a los socialistas por no hacer un acuerdo con el oficialismo. El Gobierno le había ofrecido a Polino conducir la Secretaría de Medio Ambiente –ahora rejerarquizada a partir del conflicto de las papeleras con Uruguay– como parte de la “concertación” que buscan con otras fuerzas políticas. El comité nacional del Partido Socialista respondió el viernes con un documento, que elaboraron en un encuentro de las principales autoridades del partido en el Hotel Bauen. En el texto sostuvieron su desacuerdo “con el modelo económico y social” que sostiene el Gobierno y aseguraron que buscarán construir un frente opositor “con organizaciones de centroizquierda que expresen alternativas concretas de cambio, independientes del oficialismo y alejadas de toda alianza de derecha”. Propusieron, en cambio, que se convocara a “un Consejo Económico y Social”. La respuesta del jefe de Gabinete fue tajante. “Miran mucho más su ombligo que el país”, azuzó Fernández.