La Cámara de Senadores dio su acuerdo por unanimidad para que Stella Maris Martínez, propuesta por el Poder Ejecutivo Nacional, se desempeñe como defensora general de la Nación. Hasta ahora, la abogada estaba interinamente a cargo del organismo.

Martínez ocupará ahora formalmente el cargo que dejó el menemista Miguel Angel Romero en medio de denuncias sobre su gestión y sobre el manejo de fondos de la Defensoría.

Martínez, que tuvo que pasar un mecanismo de selección similar al de los jueces de la Corte Suprema, nació en la ciudad de Buenos Aires en 1951, se recibió de maestra normal nacional y luego de abogada en la Universidad de Buenos Aires. También es licenciada en Criminología y doctora en Derecho por la Universidad de Salamanca. La nueva defensora general ingresó al Poder Judicial de la Nación en marzo de 1975 y entre 1979 y 1988 fue secretaria de un juzgado. Luego se desempeñó como defensora oficial del fuero Criminal y Correccional, defensora de Cámara y titular de la Defensoría de Pobres, Incapaces y Ausentes ante los Tribunales Orales en lo Criminal de la Capital Federal. En junio de 2001 accedió al cargo de defensora oficial ante la Corte Suprema por concurso de antecedentes y oposición.