A partir de anoche, las votaciones en la Cámara de Diputados serán nominales, como en el Senado. Esto implica que cada pronunciamiento de ese cuerpo legislativo quedará plasmado en un listado que refleja la posición de cada diputado y diputada a favor, en contra, en abstención o en ausencia respecto de los proyectos de leyes, de resolución, de declaración y otras decisiones. Así la Cámara baja modificó su reglamento interno y concretó un insistente reclamo de las ONG especializadas en transparencia, aunque los aspectos fundamentales de la denominada reforma política siguen en lista de espera. La paradoja consistió en que la aprobación de la votación nominal electrónica se realizó a mano alzada.

Nadie en el recinto planteó la necesidad de hacerlo de manera coherente a la misma reforma que se estaba realizando, quizá porque hubo unanimidad de todas las bancadas. Y también tuvieron un amplísimo consenso las otras dos modificaciones del reglamento referidas al voto del presidente de la Cámara y a la duración de los discursos. El presidente de la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, Gerónimo Vargas Aignasse (FV-PJ), destacó la importancia del voto del presidente “no sólo cuando se requiere una mayoría especial” porque “es un diputado más y representa a alguna provincia que hasta ahora perdía una voz”. En los casos de mayoría simple su voto resuelve la cuestión del empate. El presidente de la Comisión de Modernización Parlamentaria, Eugenio Burzaco (PRO), destacó que el voto nominal es fundamental en relación con la “responsabilidad de cada diputado y con la obligación de la publicidad de nuestros actos, que con la votación a mano alzada se desdibuja”. Hasta ahora los representados no podían evaluar si los diputados cumplen con lo que prometen en campaña, pero la modificación aprobada permite registrar la voluntad de los legisladores y así ejercer control. También se puso fin a las sesiones maratónicas, porque se estableció que los miembros informantes de cada bloque podrán utilizar 12 minutos, si poseen entre 1 y 3 integrantes; 15 minutos si son entre 4 y 10; y hasta 20 minutos si el bloque posee más de 11 legisladores.

Fue Eduardo Macaluse (ARI) quien aludió a los asuntos pendientes: televisación de las sesiones, control de financiamiento de campañas electorales y establecimiento de reglas para las visitas del jefe de Gabinete.