La metáfora remite al club de sus amores. Los últimos movimientos de Mauricio Macri tienen algo de las gambetas de Carlos Tevez. Tras la irrupción de Roberto Lavagna en la escena política, Macri hizo trascender a los diarios que había decidido ser candidato presidencial. Fue después de un asado con su socio del centroderecha, Ricardo López Murphy. Pero ayer, luego de que el líder de Propuesta Republicana viajara a Alemania para presenciar la inauguración del Mundial, en su entorno no descartaron que Macri finalmente se sume –como candidato presidencial o para jefe de Gobierno– a una coalición más grande. “Está preparado para ser candidato y si el espacio se lo pide, lo va a ser. Pero si se incorporan otras fuerzas, o se hace alguna alianza, no tenemos problemas. Pero deberemos escuchar las propuestas”, dijo a Página/12 un colaborador muy estrecho del diputado de PRO. “Sabemos que no es sano y que nos estamos adelantando mucho pero no quedó otro remedio”, dijo López Murphy.

Ante los periodistas, los dirigentes de la coalición Compromiso para el Cambio-Recrear emitieron un discurso muy cuidado acerca del lanzamiento de Lavagna. Por un lado, celebraron su inclusión en lo que llaman “el arco opositor” pero le reprocharon que haya estado “30 meses en el Gobierno” (lo que implicaría, en su visión, falta de coherencia). Luego se cuidaron por subrayar que las chances electorales del ex ministro están muy lejos de las de Macri. “Mauricio está muy arriba en las encuestas. Según Ricardo Rouvier, que nos parece el encuestador más serio, Kirchner tiene 52 por ciento de intención de voto, Macri 20, Carrió 12 y Lavagna menos de 7”, dijo a este diario un dirigente muy cercano a Macri.

La mención de los números obedece a un debate silencioso sobre quién debería ser el candidato principal de la coalición opositora. La cuestión no es irrelevante, porque muchos de los dirigentes territoriales del peronismo disidente (salvo sus gobernadores, el radicalismo parece haber optado por Lavagna) se encolumnarán con la figura que les garantice mejores resultados en las urnas. Es probable que algunos de esos dirigentes sean excluidos de las listas K, por lo que quedarán vacantes para prestar inserción territorial y fiscales a otra fuerza política. Una parte de esos dirigentes están representados en el grupo El General, que, por ahora, se encolumnó detrás de la candidatura de Lavagna.

Con estos antecedentes, no resultará extraño que Macri aproveche su estadía en Alemania para reunirse con Duhalde. Las casualidades alimentan las sospechas: Macri como Duhalde viajaron ayer a Alemania para asistir al Mundial. “El Negro viajó con sus amigos de juventud, con los que juega al fútbol en Banfield. Hay muchos aviones a Alemania, con escalas distintas. No tenía previsto encontrarse con Macri”, aseguró a Página/12 un colaborador del ex presidente. Según fuentes citadas por la agencia DyN, Duhalde aprovechará el tiempo en tierras germanas para corregir el borrador del libro sobre su gestión presidencial.

A pesar de la relación personal de Macri con Duhalde, en el entorno del presidente de Boca sostienen que el duhaldismo no tiene buena imagen pública. “Es un error enorme salir de la mano de Alfonsín y el duhaldismo. Va a ser un lastre que va a cargar durante toda la campaña”, aseguró ayer un macrista en referencia al acercamiento de Lavagna con el PJ disidente y la UCR. Las prevenciones explican los últimos movimientos de PRO. Por un lado, buscan consolidar su sociedad con López Murphy y por otra mostrarse como la verdadera alternativa opositora. “Hasta ahora Lavagna venía diciendo que era oficialista. Todavía no queda claro cuán opositor y alternativa puede ser. No queda claro el espacio que va a ocupar. Nosotros, en cambio, claramente ocupamos el de la oposición”, dijo a Página/12 un macrista que tiene destino de candidato en la ciudad.

El futuro de Macri es una incógnita. Aunque él ya anunció que quiere ser candidato presidencial y elogia la calidad de sus equipos técnicos, sus asesores no descartan una alianza más amplia. Y eso, para quien entiende lo no dicho, es una puerta semiabierta para una sociedad con Lavagna.