El ex senador declaró ante el juez Rafecas por el caso de los sobornos. Dijo que no había elementos para inculparlo y que existe una conspiración “política y mediática”. Acusó a Alberto Fernández.
Augusto Alasino no duda en afirmar que está comprometido en la causa por los presuntos sobornos que en el 2000 habría pagado el gobierno de Fernando de la Rúa a cambio de la aprobación de la ley de flexibilización laboral, porque hay “una gran conspiración política y mediática” alrededor del caso. La teoría de la conspiración, que el ex senador esgrimió frente a las cámaras televisivas cuando se retiraba de los tribunales de Comodoro Py, también fue su principal argumento en la audiencia que ayer mantuvo con el juez Daniel Rafecas, en la que llegó a responsabilizar al Gobierno, a través del jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
El juez citó a Alasino para ampliar su declaración luego de que la Cámara Federal confirmara su procesamiento. De acuerdo al arrepentido Mario Pontaquarto, Alasino fue junto a otro grupo de senadores del PJ una pieza clave en el cobro y reparto de los cinco millones de dólares que habrían facilitado la aprobación de la resistida norma.
Al abandonar los Tribunales, Alasino insistió con que “no hay elementos” para incriminarlo en la investigación. También se mostró optimista sobre su futuro en el caso. “Ortega y Bauzá fueron sobreseídos en esta causa y yo tengo que estar en la misma situación que ellos porque no tuve nada que ver”, afirmó El Choclo, al comparar su papel en la causa con la de los dos ex senadores.
Fogueado en la política, Alasino hizo del ataque político su mejor defensa. Del juez Rafecas dijo que su papel en este caso era similar al que el destituido Juan José Galeano había tenido en la fallida investigación al atentado a la mutual judía de la AMIA. Sobre el fiscal de la causa, Federico Delgado, dijo que “estudió derecho a distancia” por insistir en el pedido de que el caso se eleve a juicio oral para evitar su prescripción. “La causa está lejos de prescribir porque uno de los imputados, Ricardo Branda, fue hasta hace poco director del Banco Central y eso estira los plazos”, dijo.
Acompañado por su abogado Francisco Dalbora, el ex senador respondió que las 68 llamadas que fueron realizadas a su celular desde una zona cercana a la vivienda del ex senador salteño Emilio Cantarero, que de acuerdo a los dichos del arrepentido habría sido el centro de distribución de la coima, no tienen ninguna relación con la maniobra investigada por Rafecas. En otra ocasión, en una entrevista periodística, Alasino había explicado que las llamadas estaban registradas porque ése era el camino que utilizaba para ir desde el Senado hacia su domicilio. Claro que no pudo explicar por qué en otros días, de los muchos de los que duró su mandato no figuraban tantas llamadas desde esa zona hacia su teléfono celular.
Alasino, ex jefe de la bancada peronista en la Cámara alta, no dudó en decir que la conspiración de la que era víctima fue ideada por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, al que definió como “el López Rega ilustrado de Néstor Kirchner”. Resaltó el calificativo luego de destacar que el arrepentido Pontaquarto se había reunido precisamente con el jefe de Gabinete.
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