Compromiso K desembarcará en la Capital Federal. La agrupación que responde a Carlos Zannini realizará el próximo 29 una demostración de fuerza en el distrito para imponer a un candidato a jefe de Gobierno porteño distinto a los ya instalados mediáticamente. Dicho de otro modo: a los seguidores del secretario de Legal y Técnica no los convencen ni Daniel Scioli ni Jorge Telerman ni Rafael Bielsa, los tres nombres que por ahora manifestaron su deseo de entrar en competencia bajo el ala kirchnerista. En voz baja dicen preferir a la ministra de Economía, Felisa Miceli.

Zannini convocó a los suyos a Parque Norte. Bajo el rótulo “encuentro de la militancia”, el funcionario intentará dar aire movimientista a la agrupación devota de Néstor Kirchner. Por eso se espera allí la presencia de representantes de otros partidos –ya están confirmados varios radicales K–, pequeñas y medianas empresas, sindicatos y organizaciones sociales.

El 29 de junio no será la meta sino el primer paso. Esto supone que desde entonces comenzará un trabajo sistemático para sumar nuevos adeptos al kirchnerismo que no encuentran un lugar en la estructura del peronismo porteño.

Ningún referente de esa agrupación lo dirá públicamente. Pero la sola promoción de Compromiso K como un movimiento “que vaya más allá del peronismo” es una manera elegante de mostrarse por encima del PJ local y, en consecuencia, de su titular, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

“Nosotros queremos tener juego propio. Esto no es contra nadie. Pero queremos que el candidato de la Capital sea el candidato de Kirchner, no el de otra persona”, advirtieron desde el bunker que la agrupación ultrakirchnerista armó en la calle Alsina, donde antes funcionaba el Instituto Programático de la Alianza. Sin decirlo, aludieron de esa manera a Fernández.

Los referentes de Compromiso K aseguran que el encuentro de la militancia es una convocatoria abierta en el marco de la “pluralidad” expresada por Kirchner. Pero el cronograma indica que habrá únicamente tres oradores, todos ellos “pingüinos”: Zannini, la senadora Alicia Kirchner y el ministro de Planificación, Julio De Vido.

La demostración de fuerza buscará desactivar las candidaturas en ciernes. A Scioli, el delfín de Fernández, lo cuestionan desde el punto de vista estratégico. Dicen que le compite el votante a Macri, pero no suma a los sectores progresistas. A Bielsa lo toman como una aventura con final cantado, valiéndose de la última derrota electoral del ex canciller en el distrito. “Ya demostró cuál es su techo”, dijeron.

Lo de Telerman tiene dos capítulos. Tiempo atrás los principales referentes de Compromiso K lo veían como una alternativa posible. Pero desde la salida al ruedo de Roberto Lavagna han puesto al jefe de Gobierno porteño en el freezer. “Los cambios de gabinete, sumada a la anterior inclusión de Guillermo Nielsen, parecen confirmar que juega para el Caballo de Troya de la vieja política”, advirtieron en alusión al ex ministro de Economía.

Los muchachos y muchachas de Zannini dicen no tener aún candidato propio, aunque invitados a hacer especulaciones en voz alta se inclinan por otros nombres que no son los que se barajan con más frecuencia para el distrito. El principal es Miceli. El marido de la ministra de Economía, Ricardo “Pacha” Velasco, tiene lazo directo con Compromiso K a través de su agrupación, la Corriente Nacional y Popular 25 de Mayo.

Los otros candidatos que ven bien, aunque por detrás de Miceli, son los ministros Daniel Filmus, de Educación, y Nilda Garré, de Defensa.

El interés de la agrupación en el distrito quedará plasmado en la conformación de una mesa para discutir el nuevo esquema de comunas que sedesarrollará en la Capital. De todos modos, el objetivo es nacional. Por eso la agenda de los ultrakirchneristas incluirá encuentros regionales, que arrancarán en agosto en Mendoza. De toda la movida se están ocupando nombres que de a poco irán ganando espacio en los medios, como Henry Olaf Aaset, Alejandro Gual, Carlos Manteca Acosta, José Luis Esperón y Roberto Porcaro, entre tantos otros.

Y cuentan con apoyos diversos, que van desde Carlos Traboulsi (Democracia Cristiana) hasta Raúl Rabanaque Caballero (ex intransigente y ex menemista), pasando por Florencio Randazzo, ministro de Gobierno bonaerense; el secretario de Turismo, Enrique Meyer, y Juan Carlos Dante Gullo.