“Es una mentira”; “es una falacia que no haya controles sobre los fondos fiduciarios”; “esto no es una licencia para matar”; “no vamos a negarle esta herramienta al Gobierno”, son algunas de las definiciones que los senadores del oficialismo Miguel Angel Pichetto y Jorge Capitanich entregaron ayer al defender el proyecto de modificación del artículo 37 de la Ley de Administración Financiera. Iniciativa conocida como la de los superpoderes, ya que le permite al jefe de Gabinete reasignar partidas presupuestarias mediante una resolución administrativa. El proyecto ingresó al Senado el jueves pasado en las últimas horas de la noche, hoy tendrá dictamen de la Comisión de Presupuesto y la semana que viene será votado en el recinto. Un verdadero record para los tiempos usuales del Parlamento. Se podrá decir que se ajustan al reglamento, aunllama la atención que muestran una celeridad que no tuvieron ni las leyes más trascendentes luego de la crisis del 2001.

El tema enfrentó, como pocos, a oficialistas y opositores. Para los legisladores del bloque mayoritario, “la oposición no tiene autoridad moral” para criticar, ya que delegaciones similares le fueron otorgadas a otros jefes de Gabinete de manera ininterrumpida desde 1997. “Tenemos plena confianza en las decisiones estratégicas que toma el presidente Néstor Kirchner. Esta es una herramienta de buena administración”, señaló Capitanich al defender el proyecto enviado por el Gobierno y desestimar las principales críticas formuladas por los diferentes bloques del arco opositor que afirman que al aprobarse por ley esta delegación “el Gobierno está cerca de contar con la suma del poder público”. Precisamente cuando se les preguntó a los legisladores por qué motivo se institucionaliza esa delegación, el formoseño Capitanich, a la sazón titular de la Comisión de Presupuesto, afirmó que “se hace de esta manera para no tener que discutir todos los años”.

Los dos legisladores del oficialismo no ocultan su enojo por la reacción que la iniciativa generó en la oposición. Incluso deslizaron que las críticas forman parte “de una campaña”. A secas, dicen campaña y no aclaran más. A pesar de que el tema no formaba parte de la agenda de cuestiones que se debatirán en la visita que mañana, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, realizará al Senado se convertirá en excluyente. “No vamos a rehuir el debate”, puntualizó Pichetto. El titular de la bancada oficialista analizó ayer telefónicamente con el jefe de Gabinete su próxima visita al Congreso. Capitanich, Pichetto y Fernández se reunirán hoy para discutir los pormenores de un tema en el que, a pesar de que cuentan con una holgada mayoría para aprobarlo, quieren evitar costos políticos. La política también transcurre en otros escenarios, es precisamente en los medios y en la opinión pública donde el oficialismo quiere ganar la discusión.

“No estamos admitiendo que se reasigne el ciento por ciento del presupuesto”, explicó Capitanich. Para los legisladores de la mayoría, el monto que hasta el momento se reasignó rondó entre el 0,69 y el uno por ciento. Esto llevó a Pichetto a decir que “se instala comunicacionalmente la fantasía de que ese porcentaje se maneja discrecionalmente”.

Llegado ese punto, Capitanich y Pichetto recordaron que el ex jefe de Gabinete de la Alianza Chrystian Colombo reasignó el 4,5 por ciento del total de su presupuesto. También señalaron que “Elisa Carrió ni se abstuvo ni votó en contra de la primera delegación de facultades que se concretó en el artículo 19 de la ley 25.401”. Con las versiones taquigráficas en la mano y los antecedentes parlamentarios respectivamente encarpetados, los dos hombres del oficialismo que hablaron con este medio destacaron que también “Rodolfo Terragno utilizó esa delegación de poderes”. También se preguntaron por la reacción de Mauricio Macri. “Cómo es que los legisladores porteños del PRO le permitieron al jefe de Gobierno de la Ciudad reasignar el 15 por ciento del presupuesto y no les pareció mal”, destacaron.