La diputada Elisa Carrió justificó ayer su decisión de abandonar la conducción del ARI, al afirmar que no quiere terminar “como (Raúl) Alfonsín, como (Eduardo) Duhalde y como todos esos dirigentes que se pasan la vida dominando los partidos y las estructuras”. Carrió, quien sigue siendo la candidata a presidente de la fuerza, explicó que su resolución responde a la necesidad de “ser libre” ante la actitud de algunos de sus correligionarios: “Les cuesta asumir la intransigencia”, explicó. También dijo que los dirigentes partidarios deben asumir una responsabilidad distinta. “Hay que dejarlos volar”, sostuvo.

La decisión de Carrió sobrevino luego de haber mostrado diferencias con sus compañeros de bancada en el tratamiento en Diputados del proyecto sobre ligadura de trompas y vasectomía. Allí hizo eclosión un conflicto interno, en donde algunos integrantes de la agrupación se quejaban de una progresiva “derechización” de la líder del ARI. Así, el titular de la fuerza en Capital, Fernando Melillo, anunció su renuncia. Casi al mismo tiempo, Carrió resolvía abrirse del partido que ella misma creó, en una decisión cuyas alcances aún sin difíciles de explicar.

“Yo no deseo ser como otros líderes que tienen 80 años y todavía están queriendo dominar un partido”, sentenció ayer Carrió. En declaraciones a varias emisoras radiales, indicó: “Yo no quería verme como Alfonsín, como Duhalde, como todos esos dirigentes que se pasan la vida dominando los partidos y las estructuras; el peso de un liderazgo es enorme, porque le quita libertad de opinión a los otros, yo me daba cuenta de eso y yo quería que ellos sean libres y sean responsables”.

Por su parte, la secretaria general del ARI, Elsa Quiroz, aseguró que en la conducción partidaria respetan la decisión de Carrió y que “entendemos que su liderazgo excede una organización política”. “Esta es una decisión que tomó Lilita para hablar con toda la sociedad, abarcando todo lo más que se pueda sin la mediatización del partido”, intentó explicar Quiroz, quien mantiene una buena relación con Carrió. “Fue su idea de que era necesario que nos capacitáramos y que hubiera muchos dirigentes”, explicó.