La situación creada en torno de la instalación de las papeleras en Fray Bentos entró en una etapa de comedia de enredos a partir de las afirmaciones y desmentidas sobre la supuesta relocalización de la planta de la firma española Ence. Luego de que fuentes de la empresa admitieran en forma extraoficial que “está en estudio” la posibilidad de trasladar el emprendimiento, el presidente de la firma, el español José Luis Arregui, lo descartó. “No nos vamos de aquí”, dijo.

Las idas y vueltas tienen su historia detrás. Hace un mes, cuando el presidente Néstor Kirchner viajó a España, Arregui se reunió con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el canciller Jorge Taiana. Allí se enteraron de primera mano sobre la posibilidad de relocalización que estaba en estudio. Arregui, quien hacía poco había tomado el mando de la empresa, les contó que al sobrevolar la zona no podía creer que se hubiera permitido construcción de dos plantas papeleras tan cerca una de la otra como las de Ence y Botnia en Fray Bentos.

La comitiva argentina volvió de Madrid muy entusiasmada con la nueva alternativa. Sin embargo, cada vez que le preguntaron por la cuestión, Arregui –quien sería el dueño del 12 por ciento del paquete accionario de la empresa– negó esa alternativa.

Hasta ahora, la postura de Ence y Botnia han sido muy diferentes en el desarrollo en el conflicto entre Argentina y Uruguay. Ence está mucho más atrasada en la edificación de la planta y no tuvo reparos en suspender las obras cuando Kirchner y Tabaré Vázquez lo solicitaron luego de reunirse en Santiago de Chile. A partir de allí, postergó la reanudación y suspendió los contratos de sus obreros a la espera que la Corte de La Haya resolviera sobre la medida cautelar solicitada por la Argentina. Ahora que la Corte rechazó el pedido, quedaron aguardando lo que resuelva el Banco Mundial sobre los préstamos que están pendientes.

En contraposición, Botnia no sólo se negó a parar los 90 días solicitados por los presidentes sino que mantuvo una postura más beligerante en la causa y las obras marchan a todo vapor.

La diferencia entre una y otra postura daría vuelo a las versiones de la relocalización. Cuando se habló por primera vez de la cuestión, a fines de junio, Arregui salió presto al cruce. Aseguró que el proyecto era “estratégico” para su empresa y que Tabaré Vázquez se podía quedar tranquilo al respecto.

Pero la versión surgió de nuevo por estos días a partir de un artículo publicado por el diario La Nación. Fuentes de la empresa confirmaron entonces que tenían “en estudio” cancelar la construcción de la papelera en Fray Bentos. Entre los principales motivos del cambio de planes mencionaban la caída del 18 por ciento en las acciones de la firma debido a la mala imagen que le produjo haber sido uno de los motivos de discordia en la relación entre la Argentina y Uruguay.

Para peor, Ence ya arrastra problemas en España, donde también evalúa cambiar de lugar alguna de sus plantas pasteras más problemáticas, como la ubicada en Pontevedra que funciona desde 1957.

Sin embargo, tal como había hecho un mes atrás, Arregui volvió a desmentir la confirmación extraoficial que habían brindado fuentes de Ence. “No nos vamos de aquí”, sentenció en declaraciones realizadas al diario La República, de Montevideo, reproducidas en su edición de ayer.

El nuevo rumor había generado resquemores en las autoridades uruguayas que están jugadas en la realización del proyecto que le generarán inversiones por alrededor de 1800 millones de dólares y una cantidad de puestos de trabajo que, imaginan, servirá para desarrollar la región.

En ese sentido, el ministro de Vivienda y Medio Ambiente uruguayo, Mariano Arana, aseguró que desconocía cualquier nueva decisión de Ence y recordó que las autoridades de la empresa siempre consideraron “estratégico” el proyecto.