“No hay un solo dirigente de PRO al que le interese ir en una alianza con el doctor (Raúl) Alfonsín”, lanzó el diputado part-time Mauricio Macri, en dirección al ex presidente, quien había excluido al empresario de una posible coalición que impulsase al ex ministro de Economía Roberto Lavagna. Alfonsín había admitido que aceptaría de vuelta al líder de Recrear, Ricardo López Murphy. “Nos importa muy poco lo que diga Alfonsín. Para hacer una alianza con Lavagna no lo necesitamos. Igual, insistimos en que vamos con candidato propio y, por ahora, no está en los planes una alianza con él”, arremetieron en el entorno del empresario.

Aunque en el interior de PRO aseguran que existe un “pacto de no agresión” entre ellos y Lavagna mientras el ex ministro define su candidatura, la posibilidad de una coalición entre ambos es todavía distante. Al comienzo de la semana, Lavagna pareció testear esa hipótesis en el programa de Mirtha Legrand. “Son ellos los que deberán decidir si podemos tener un programa en común o no”, aseguró en el almuerzo.

Los socios de PRO le contestaron en un desayuno en el Hotel Sheraton, en el que descartaron de momento una alianza con el ex ministro de Economía. “Primero que explique por qué estuvo 30 de los 36 meses con Kirchner”, dijeron a Página/12 cerca del empresario. Tras este diálogo gastronómico de centroderecha, Alfonsín –uno de los artífices de la candidatura de Lavagna en la UCR– decidió meter la cuchara. “Si los electores de Macri lo quieren votar a Lavagna, en buena hora serán bienvenidos. Macri, no y (Ricardo) López Murphy, si quiere volver a afiliarse, que lo haga”, azuzó el ex presidente.

Macri salió de su habitual parsimonia y le contestó: “Respeto la opinión de Alfonsín, pero convengamos que a nadie del PRO le interesa una alianza con Alfonsín”. “Nosotros vamos avanzando en nuestro proyecto, así que lo que haga Alfonsín es problema de Alfonsín”, rebatió el empresario. “Hasta el momento, PRO decidió asumir el desafío electoral de 2007 con un candidato propio y seguirá trabajando en esa línea. Alfonsín tiene una opinión, responde a su opinión. Y la respeto, porque vivir en democracia significa aceptar las opiniones de cada uno”, se moderó.

El líder de PRO aclaró que la política de alianzas se debatirá en el congreso partidario entre Compromiso para el Cambio y Recrear que está previsto para el 12 de agosto. El encuentro –al que no fue invitado ni el Movimiento Popular Neuquino ni los peronistas que apoyan a Macri– estaba previsto para el 29 de julio, pero se postergó por diferencias entre los socios, principalmente a raíz de los vaivenes de la relación del empresario con el gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch. El objetivo del encuentro es contener a los dirigentes del interior, que no pueden empezar a construir una candidatura nacional ante la indefinición de Macri sobre si competirá para presidente o para jefe de gobierno porteño.

El empresario dejó en claro que su candidatura no se definirá antes de fin de año. Mientras tanto, Recrear y un sector del macrismo, encabezado por Horacio Rodríguez Larreta, continúa a favor de una candidatura presidencial, mientras que otro sector apoya una postulación en la ciudad. Este segundo grupo lo conforman los peronistas y los dirigentes macristas de Capital, liderados por la jefa de la bancada de PRO en la Legislatura, Gabriela Michetti. “Macri no puede abandonar su propio distrito. Como candidato, lo único que no puede hacer es perder la Capital”, insistieron desde este último sector, en el que no se muestran muy entusiasmados con la posibilidad de que Rodríguez Larreta compita por la Capital. “No veo otro candidato que Macri”, sostuvieron.

La candidatura a gobernador bonaerense también es una preocupación en las filas de PRO. “El macrismo está evaluando seriamente la posibilidad de que se presente (Juan Carlos) Blumberg. El les dijo que esperasen hasta después del juicio del hijo para hablar de ese tema”, destacaron. Sin embargo, es un indicio que el padre de Axel se haya presentado al abrazo al Congreso contra los superpoderes junto con otros dirigentes políticos.