Aunque aclaró que “las candidaturas se van a discutir en 2007”, el titular del Partido Socialista, Rubén Giustiniani, hizo ayer una declaración que más de uno atribuyó a su supuesto deseo de encolumnar a esa fuerza detrás de Roberto Lavagna. “Fue un buen piloto de tormentas”, dijo Giustiniani, quien ya había recibido críticas de varios hombres del socialismo por haber concurrido junto a Hermes Binner a la Convención del fin de semana pasado en la que los radicales abrieron la puerta a una eventual postulación presidencial del ex ministro de Economía.

“Fue una cuestión natural”, se defendió el senador por Santa Fe frente a los reproches de otros socialistas por su presencia en el encuentro que los radicales hicieron días atrás en Rosario y justificó su participación en “la invitación para que demos un saludo a la Convención del radicalismo”, al que definió como “un partido amigo”.

El argumento de Giustiniani no convence a los socialistas, que reniegan de cualquier acuerdo nacional con la UCR y mucho menos sumado ahora a su elogio a Lavagna, de quien dijo: “Con el ex ministro rescatamos aspectos que hacen a un momento en que el país parecía que tocaba fondo, que la economía navegaba por aguas encrespadas. Creo que fue un buen piloto de tormentas para enderezar el barco en ese momento”.

Giustiniani se cuidó de ir más allá del elogio y evitó definir si el socialismo debería adherir a la coalición opositora que el radicalismo quiere armar con Lavagna de candidato, pero no fue terminante: dijo que con la UCR “hoy por hoy” se dan cercanías en Santa Fe y añadió que “en 2006 vamos a recorrer un camino en búsqueda de coincidencias programáticas; no queremos ni adelantar los tiempos ni poner el ‘carro adelante de los caballos’”. En cambio, Giustiniani sí descartó que el socialismo pueda sumarse a la concertación que promueve el presidente Néstor Kirchner.

“El socialismo no debe concertar con el Gobierno y mucho menos con una propuesta que tenga como referente a Lavagna, quien representa el establishment que ejerció el poder en los últimos veinte años”, advirtió el ex diputado socialista Ariel Basteiro. Se trata justamente de uno de los socialistas que cuestionaron públicamente la presencia de Giustiniani en la Convención radical. Otro que alzó su voz en contra de la actitud del titular del socialismo fue el también ex diputado Jorge Rivas.

El tema será motivo de discusión en una reunión que los máximos dirigentes del socialismo tendrán el próximo martes. Los santafesinos son socios de los radicales en su provincia. Los porteños y los bonaerenses temen que en su afán por alzarse con la gobernación terminen llevando al partido detrás de la UCR en el plano nacional.