El gobierno de Finlandia se ofreció a mediar en el conflicto por las papeleras. La ministra de Comercio Exterior, Paula Lehtomaki, propuso una gestión de “buenos oficios” para abrir una negociación entre Botnia y la Argentina. La oferta fue realizada en Helsinski, donde Lehtomaki recibió a representantes del Centro de Derechos Humanos y Ambiente (Cedha) y de la asamblea ambiental de Gualeguaychú.

La delegación que viajó a Finlandia fue a plantear el reclamo de que Botnia relocalice la planta de Fray Bentos, mudándola incluso fuera del cauce del río Uruguay. El grupo está integrado por el director ejecutivo del Cedha, Daniel Taillant, Oscar Bargas, el vecino que designó la asamblea, y Yann Queinnec, especialista francés en derechos humanos y empresas. Llegaron el martes y se quedarán hasta el viernes en Helsinski, para alegar en una denuncia que el Cedha realizó contra Botnia por violar las “líneas directrices” de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un conjunto de normas para la inversión responsable.

“La idea central que trajimos es que en esta inversión el argumento de si la planta de celulosa contamina o no contamina ha pasado a un segundo plano, porque el rechazo social y la evolución del conflicto ha sido tal que llegamos a un punto en que se ha perdido la licencia social (la aceptación de la comunidad) para poder operar en la región. Gualeguaychú no acepta bajo ningún punto de vista esta inversión. Ante esto, la salida lógica es que Botnia entre en un plan de retiro, para relocalizar la planta”, señaló Taillant.

Aunque al viaje lo realizaron para participar de una audiencia por esta demanda, la entrevista con Lehtomaki terminó convirtiéndose en la noticia de la jornada. La ministra recibió a la delegación en su despacho. Su oferta fue una sorpresa, porque hace cinco meses, cuando hizo una gira a América del Sur, canceló su visita a la Argentina para no intermediar en el conflicto. En aquella oportunidad, Lehtomaki había tenido una actitud de prescindencia, con el argumento de que se trata de una inversión privada.

Para Taillant, el anuncio “es el comienzo de un nuevo capítulo. Este involucramiento del gobierno finlandés demuestra que se siente arrinconado, porque el conflicto empezó a salpicar su imagen de protector del medio ambiente”.

Lehtomaki difundió un comunicado de prensa con una visión moderada y de respaldo al megraemprendimiento: “El cambio de ubicación de la fábrica no pertenece a los asuntos de los cuales la ministra puede opinar, porque es un tema que pertenece a la esfera de actividades de una empresa privada”.

Por la mañana, en la audiencia de la OCDE contra Botnia, los argentinos se sentaron por primera vez cara a cara con la empresa, que envió a tres delegados, Kaisu Annala (representante ambiental), Marko Janhunen (el nuevo vocero) y Pekka Warjus (asesor legal). Botnia sostuvo que tiene un compromiso con la gente de Fray Bentos y no va a contaminar el ambiente. “¿Por qué tendríamos que irnos?”, preguntaron sus representantes.

El encuentro fue convocado por el Punto de Contacto Nacional, una oficina del gobierno finlandés encargada de controlar el cumplimiento de las normas del OCDE. Las partes mostraron fotos: Oscar Bargas, de las movilizaciones de los vecinos de Gualeguaychú; Botnia, de las consultas públicas realizadas en Fray Bentos y Montevideo. También desplegaron un gráfico. “Ustedes no van a entender estos números porque son técnicos, pero esto explica que los niveles de contaminación de Botnia no son preocupantes”, dijo el expositor. Voceros de Botnia admitieron que la compañía “está experimentando por primera vez una situación de este tipo”, con estos niveles de rechazo social. Punto de Contacto se tomará un tiempo, posiblemente hasta fines de septiembre, para decidir si le dan curso al caso.