Las opiniones están divididas: hay gente a la que le gustaría que Juan Carlos Blumberg diera el paso a la política y otra a la que eso no le cae bien. Pero la mayoría cree que el ingeniero finalmente se lanzará a la arena electoral y lo ve como un candidato de derecha o centroderecha, alineado con el PRO, el partido que lidera Mauricio Macri. A nivel nacional, Blumberg aparece vinculado con un tema específico de la agenda de problemas del país: la inseguridad. En la Capital Federal y el Gran Buenos Aires esa cuestión es parte de un debate que lleva décadas y tiene una connotación ideológica fuerte. Desde el punto de vista electoral, Blumberg consigue hoy algo así como el 12 por ciento de las intenciones de voto en la provincia de Buenos Aires, pero no será sencillo que avance mucho más, porque la gestión de gobierno –según los consultores políticos– es una sumatoria de capacidades y habilidades económicas y políticas en las que la inseguridad es un tema, pero no el fundamental.

Las conclusiones surgen del estudio realizado especialmente para Página/12, por la consultora Opinión Pública, Servicios y Mercados, que lidera Enrique Zuleta Puceiro. El trabajo se hizo durante el viernes, es decir que refleja el impacto de la marcha del día anterior, algo que juega a favor del ingeniero en esta encuesta. En total se relevaron 800 personas de todo el país, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel socioeconómico. La coordinación del estudio estuvo a cargo de Julián Lisa e Isidro Adúriz.

Enrique Zuleta Puceiro sostiene que “la aparición de Blumberg, tal vez en un cierto sentido en paralelo a la aparición de Roberto Lavagna, está inaugurando nuevos espacios políticos de oposición”.

Para el consultor, “como la cuestión de la lucha contra la inseguridad tiene en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires una connotación ideológica de derecha o centroderecha, parece natural que la gente lo ubique en ese espectro en las encuestas (ver cuadros). Blumberg está rodeado por gente que no tiene peso electoral, pero sí algún nivel de conocimiento en las franjas que más se han dedicado a estos temas. Son abogados que provienen del mundo conservador. La cuestión de la inseguridad tiene aquí el tono preponderante de un debate ideológico. En el interior es distinto: la gente asocia inseguridad con el gobernador, con las policías y es un tema de la agenda, no una polémica ideológica. Cuando hicimos la pregunta sobre si es bueno o malo que Blumberg diera un paso a la política, es casi seguro que ese 30 por ciento que dice que sí provenga fundamentalmente de la zona metropolitana, porque es un llamado a que venga a fortalecer a las fuerzas de derecha o centroderecha. En concreto, al PRO. Desde ya que en el interior los que rodean a Blumberg son desconocidos y el PRO es una fuerza mínima, pero el tema de la inseguridad como tal es una preocupación”.

–Hace un tiempo a los encuestados no les gustaba la idea de que Blumberg fuera candidato.

–Es cierto –afirma Zuleta–. Pero es muy probable que el 30 por ciento que aprueba que sea candidato esté en la oposición al Gobierno, con un pensamiento de derecha o centroderecha y que el mensaje sea “necesitamos gente como vos, tenés Plaza, pocos rechazos, no tenés pasado, pertenecés a la sociedad civil, llorás, te expresás como una persona del común”. En el fondo cree que el Gobierno representa un fundamentalismo y de alguna manera apoya la aparición de otro fundamentalismo. No les importa demasiado quién rodea a Blumberg ni que se reúna con Raúl Castells.

–¿Surge como una preocupación electoral para el Gobierno?

–La cuestión de la inseguridad no aparece, hoy por hoy, como decisiva a la hora del voto ni le resta apoyo a Kirchner. El Presidente sigue con una altísima intención de voto y con altísimos niveles de apoyo. Pero no hay dudas de que se le plantea una preocupación. La Casa Rosada trató de cooptar a Blumberg, pero hoy en día tienen el diagnóstico de que está resolviendo problemas de la oposición y que se encuadra para la lucha electoral del año que viene. Desde el punto de vista de la candidatura es importante para el PRO, pero a nivel nacional se lo ve más como un proyecto de diputado, justamente porque en el interior hay menos drama, menos pelea ideológica. Aquí lo querrán más como candidato a gobernador bonaerense, porque la batalla ideológica está planteada.

–El Gobierno hoy por hoy habla poco de inseguridad, ¿le conviene hablar del tema?

–Al 51 por ciento de la población le parece el problema más importante. Lo que sucede es que se trata de un debate mundial, instalado en la mayoría de los países y no hay soluciones mágicas, rápidas, como pudo ser las que surgieron del debate sobre los precios. La inseguridad es una cuestión compleja y el peronismo siempre tuvo problemas para afrontarlo. Aparecerá como un punto negro, como una crítica, pero al menos por ahora no se ve que modifique las intenciones de voto.