Luego de la marcha que realizó el jueves pasado y las especulaciones abiertas acerca de una posible candidatura suya en la provincia de Buenos Aires, el empresario Juan Carlos Blumberg aseguró ayer que si las autoridades cumplen con las “peticiones” elevadas durante su acto del jueves pasado, no se va “a meter” en política. Con otro tono, el ingeniero también le respondió al ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, quien en un reportaje a Página/12 lo acusó de rodearse de ex policías echados por graves delitos. Blumberg declaró que, efectivamente, conoce a mucha gente expulsada de la Policía, pero que “son extraordinarias personas”. “Visité sus casas, vi cómo viven, qué tienen, todo humilde, no están en la joda”, agregó.

Pese a que el padre de Axel declaró que “la gente” le pide que incursione en la política, ayer en declaraciones radiales tomó distancia de su posible lanzamiento político, insistiendo en que ni siquiera analizó el tema. Al respecto, el ingeniero reiteró lo de siempre. “Yo hoy lo que tengo en la cabeza es el juicio de Axel”, insistió. Pese a que se sabe de ofrecimientos que le hicieron llegar desde el macrismo para que analice una posible candidatura a gobernador, Blumberg asegura que no lo evaluará hasta que no haya una sentencia para los asesinos de su hijo.

El sábado pasado, en una entrevista a este diario, Arslanian había asegurado que Blumberg estaba “rodeado de una especie de guardia de corps, una custodia de sujetos que fueron sacados de la Policía Bonaerense por tremendas irregularidades”. El ingeniero, ayer, reconoció que efectivamente conoce a mucha gente expulsada de la Policía pero los defendió a capa y espada. “Son extraordinarias personas; visité sus casas, vi cómo viven, qué tienen, todo humilde, no están en la joda.” Luego de que Arslanian acusara al ingeniero de “extorsión” por haber pedido plata para su fundación a cambio de mermar en sus reclamos, el empresario, que reclamó la renuncia del ministro, aseguró que “hay infinidad de juicios de ex policías que vamos a pagar todos”. También sostuvo que las purgas llevadas adelante por Arslanian “no tienen ninguna seriedad”. Y que “a mí no me acompañan delincuentes ni mucho menos, es gente honrada que trae mucha información, que está inclusive en actividad”.

“Si todo esto que estamos peticionando se cumple, ¿para qué me voy a meter en algo?”, dedujo el ingeniero consultado sobre la posibilidad de que el gobierno nacional y el bonaerense pongan en marcha las medidas que él impulsa en su petitorio. Sin embargo, Blumberg reiteró ayer que “nadie” del Gobierno se comunicó con él tras la movilización por mayor seguridad. Además, sostuvo que elevó “un montón de propuestas. (Esperamos) que el Gobierno escuche a la sociedad. Lo único que hacemos no es atacar al Gobierno, hemos elevado propuestas”.

“La gran mayoría de los pedidos no tiene que ver con normas penales”, advirtió ayer la titular de la comisión de Legislación Penal, Rosario Romero, del Frente para la Victoria. Los legisladores desmenuzaron el nuevo petitorio y advirtieron que casi todas las propuestas apuntan hacia el gobierno nacional, el bonaerense y la Justicia. Así también lo entendió Fernando Chironi, titular de la bancada radical de la Cámara baja, para quien “el tema de la seguridad no está vinculado a la modificación de las leyes sino al cumplimiento de las que están en vigencia”.

Además de las críticas del juez de la Corte Suprema de la Nación Eugenio Zaffaroni, quien afirmó que los cambios al código son “incoherentes” y “generaron problemas a los jueces, que tenemos que declararlos inconstitucionales”, los desequilibrios internos sufridos por la Reforma Blumberg en 2004 también fueron analizados por los legisladores del Congreso. La mayoría coincidió en evaluar negativamente el resultado de aquellas votaciones: “Siempre sostuvimos que es negativo realizarle parches al Código Penal porque funciona como un todo integrado”, confesó Chironi.