El juez federal Claudio Bonadío presentó una defensa por escrito ante el Consejo de la Magistratura, que analiza si llamó a indagatoria sin pruebas a los ex ministros de Justicia Horacio Rosatti y Gustavo Beliz en una causa en la que investigaba deficiencias en el sistema carcelario. La Comisión de Acusación debatirá ahora –aunque sin plazos– si acusa al magistrado ante el plenario, para iniciarle juicio político, o si archiva el caso, que se suma a otros que tramitan en su contra.

Bonadío había llamado a declarar como sospechosos a los dos ex ministros y a varios funcionarios por problemas en las cárceles, que abarcaban desde la comida de los presos hasta la falta de medidas de seguridad. La Cámara Federal, sin embargo, lo apartó del manejo del expediente y el juez que lo sucedió, Daniel Rafecas, no sólo anuló todo lo actuado sino que advirtió que se había violado el derecho de defensa.

Rosatti, por su parte, denunció al magistrado ante el Consejo y la Comisión de Acusación resolvió pedirle explicaciones. En el descargo que presentó ayer, Bonadío sostiene que las medidas que pidió durante la instrucción del causa fueron apropiadas. Cita informes, pericias e inspecciones en distintos penales. En algunos párrafos ataca directamente a Rosatti: se debería “determinar”, dice, “en qué empleaba su tiempo (como ministro), ya que en cumplir sus deberes no lo empleaba”. “El único tema importante en su agenda –añade– era el funcionamiento carcelario y no tuvo tiempo de inspeccionar ninguna de las instalaciones”, dijo.

Bonadío está citado por el Consejo para dentro de dos semanas por otro pedido de juicio político, en este caso por la detención arbitraria de Roberto Perdía y Fernando Vaca Narvaja, en la causa por la desaparición de militantes montoneros por la llamada contraofensiva en 1980.