La inflación de septiembre alcanzó 0,9 por ciento, motorizada por el alza de precios en la indumentaria, rubro en que se notaron fuertes remarcaciones aprovechando el cambio de temporada. También hubo subas importantes en alquileres, frutas y verduras. Así, el IPC (índice de precios al consumidor) acumula un 7,1 por ciento entre enero y septiembre y se afirma la idea de que el año podría cerrar con una inflación de un dígito. A su vez, la canasta básica de alimentos, con la que se mide la línea de indigencia, aumentó apenas 0,1 por ciento y ahora cuesta 392 pesos.

Desde la salida de la convertibilidad la inflación acumulada es de 86 por ciento. El número de septiembre es algo superior al esperado, incluso en el Gobierno, pero inferior al 1,2 por ciento de septiembre del 2005.

El mes pasado, el alza de precios estuvo impulsada por el rubro indumentaria, que mostró subas del 9 por ciento en el caso de la “ropa exterior”. Las remarcaciones por el cambio de temporada (nueva colección primavera-verano) no pudieron ser frenadas por el último acuerdo de precios con empresarios del sector, anunciado por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, a comienzos de septiembre.

El rubro alimentos y bebidas registró un alza del 0,8 en promedio (una décima menos que en índice general), a causa de los aumentos en frutas y verduras, por cuestiones estacionales. Entre los productos que más se encarecieron están ají (73 por ciento), apio (17,6 por ciento), naranja (10 por ciento) y manzana deliciosa (8,8 por ciento).

Los alquileres volvieron a crecer por encima del promedio: 1,2 por ciento en el mes y acumulan un 11 por ciento en lo que va del año. Debe tenerse en cuenta que las renovaciones de contratos se negocian con subas de entre 30 y 40 por ciento, pero el Indec registra incrementos menores porque hay siempre una gran parte de los contratos que se mantienen vigentes con precios estables. Las expensas, en tanto, no exhibieron alzas considerables en septiembre, pero acumulan 15 por ciento en los primeros nueve meses del año.

Pese a que septiembre no es un mes con incidencia del turismo, el rubro “esparcimiento” tuvo un alza de 0,7 por ciento a partir de subas en juguetes (un sector donde rigen normas que lo protegen de la importación) y los aumentos de los abonos de televisión por cable.

Las cuotas de los colegios privados son el rubro que más aumentó en el año: casi 25 por ciento, contra el 7,1 por ciento de la inflación general.

La medicina prepaga, en tanto, acumula subas del 10 por ciento en promedio.

Por otro lado, el costo de la canasta básica de alimentos, que mide la indigencia, creció sólo 0,1 por ciento en septiembre y suma apenas 1,8 por ciento en el año. Este buen comportamiento se explica, fundamentalmente, por el freno de los precios de la carne. De hecho, muchos cortes siguen mostrando hoy precios más baratos que en diciembre último: por ejemplo, asado (-6,6 por ciento); carne picada (-3,2 por ciento), nalga (-3,1 por ciento). De esta manera, durante septiembre, una familia tipo necesitó, según el Indec, 391,83 pesos durante septiembre para no caer en la indigencia. En agosto, en tanto, la canasta de la pobreza era de 861,18 pesos.

Con los números de septiembre a la vista, cada vez es más probable que el año cierre con una inflación de un dígito. El pronóstico oficial, relevado días atrás durante la presentación del Presupuesto 2007, estima que el año finalizaría con un IPC de 9,6 por ciento, frente al 12,3 por ciento que marcó en el 2005.