EL PAíS
Los policías fueron al puente con el plomo listo, en bandolera
Una filmación demuestra que hubo policías que fueron a reprimir a los piqueteros con cartuchos de plomo a la vista de todos, incluidos sus jefes. En el video se ve a agentes encargados de levantar los cartuchos.
› Por Laura Vales
Los policías bonaerenses que al mando del comisario Alfredo Franchiotti iniciaron la represión contra los piqueteros en el Puente Avellaneda salieron a la calle preparados para disparar con municiones de plomo contra los desocupados. Contrariamente a lo que pretende instalar el discurso oficial, utilizaron esos proyectiles desde el comienzo, al mismo tiempo que lanzaban los gases lacrimógenos a los manifestantes para dispersarlos. Tal hecho quedó documentado en las imágenes tomadas por el grupo de video de Indymedia el miércoles 26. En ellas se ve cómo antes de que comenzaran los incidentes, en el “cordón de contención” que formó la Bonaerense frente a los piqueteros, uno de los efectivos lleva sobre su hombro derecho un pasador con tres cartuchos con perdigones de plomo. Sobre el azul oscuro del uniforme, el rojo de las municiones metálicas resalta a la vista. Detrás del policía, Franchiotti da instrucciones al grupo que instantes más tarde comenzará a disparar. La secuencia de video demuestra que las municiones de plomo se usaron sobre la gente desde el minuto uno de la represión.
Los cartuchos estuvieron a la vista de todos, pero sólo después de las muertes el rojo y el verde cobró significado en el universo de los civiles. El rojo, para indicar los que contienen perdigones metálicos, el verde para los de goma. Los piqueteros que estuvieron en la primera fila de la columna y chocaron con los policías debajo del Puente Pueyrredón las vieron, pero aprendieron esa diferenciación de la misma manera que el resto del país, leyendo los diarios luego de los fusilamientos. Cuando la policía les disparó, la mayoría pensó que era con balas de goma. Los heridos se enteraron de lo que había pasado a través de los médicos, por las radiografías.
El camarógrafo de Indymedia filmó las imágenes ubicado detrás de la policía. Las tomas muestran a uniformados y piqueteros frente a frente, justo antes del inicio de la represión. En primer plano están las espaldas de los bonaerenses, protegidos con cascos y escudos antimotines. Allí se ve al sujeto con los cartuchos rojos sobre el hombro. Atrás de él se pasea Franchiotti. Mario de la Fuente, el prófugo que participó de la masacre de Andreani (ver nota central), también está en el lugar vestido con un buzo a rayas.
La secuencia muestra el comienzo de los disparos y la reacción de la gente, corriendo en desbandada. La mayor parte se aleja para el lado de la estación de trenes de Avellaneda, mientras un grupo de piqueteros permanece a unos 20 metros de distancia y tira piedras contra la policía para frenarla. Sobre el asfalto ya se ve un cartucho rojo, prueba de que han disparado con plomo desde el mismo lugar donde se desató el incidente inicial.
El video pone en claro una serie de puntos.
- La policía llevó munición de plomo a la vista de todo el mundo, empezando por los jefes del operativo.
- No dispararon contra la gente en un rapto de ira, al calor de la persecución, sino que lo hicieron desde el inicio.
- Balearon a manifestantes desarmados, que se defendieron con piedras.
- Los policías actuaron con una división de roles. La filmación muestra a Leiva moviéndose como quien está al mando. El y De la Fuente (el del buzo a rayas) aparecen actuando en distintos lugares, yendo a diversos puntos de Avellaneda. Un policía entrado en kilos y de uniforme aparece siempre cerca de los que disparan, agachándose para juntar los cartuchos. Eso –hacer desaparecer la evidencia– es lo único que se le ve hacer.
Hasta ayer había cuatro detenidos (el comisario Franchiotti, el cabo Alejandro Acosta, el oficial principal Carlos Quevedo y el cabo Lorenzo Colman) y dos prófugos, Leiva y De la Fuente. Las imágenes que ilustran esta nota ya fueron puestas a disposición de los abogados de las organizaciones de desocupados, quienes esta semana acompañarán a declarar a otros heridos de bala en diversos puntos de Avellaneda. Imágenes y testimonios que desmienten la teoría del “exceso” policial protagonizado por un reducido grupo de efectivos, para ilustrar en cambio la existencia de un operativo planificado.