Piedra libre

No es tiempo para que los políticos se expongan. Lo saben los más odiados y también aquellos que no han sido víctimas de numerosas críticas y escraches. Pero Daniel Scioli no quiere que nada ni nadie detenga su marcha. Por eso recientemente se animó a una recorrida por las populares Termas de Río Hondo. Todo iba viento en popa hasta que la noche se cerró. “Paren de robar, che”, escuchó, mientras cenaba tranquilamente con sus colaboradores. El secretario de Turismo giró la cabeza y vio que la queja provenía de un jubilado que estaba junto a su mujer y dos matrimonios más. Scioli volvió la cabeza hacia sus acompañantes: “Cada vez que estamos juntos nos pasa algo parecido”, arrancó, recordando un episodio parecido sufrido en un restaurante de Chile. “Ahora seguro que sale en Página/12”, sorprendió. Y salió nomás.

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Todos sabían que más tarde que temprano Eduardo Duhalde iba a anunciar el adelantamiento de las elecciones. Pero, curiosamente, el ahora multimediático Daniel Hadad se enteró de la noticia horas antes que los demás. En Gobierno, los pocos que sabían el secreto se habían comprometido mantenerlo bajo siete llaves. Pero evidentemente Eduardo Camaño prestó algunas. Ese mismo día, mientras el Presidente se preparaba para grabar el mensaje con el anuncio, el titular del Senado le comentó la novedad al nuevo dueño de Azul TV. No cuidó mucho las formas. Lo hizo en el restaurante del lujoso Four Seasons (ex Hyatt) delante de todos y acompañado de un delicioso menú ejecutivo. Los amigos no se levantaron a disfrutar del buffet froid. Y, la verdad, ya no hacía falta: con la noticia debían estar lo suficientemente llenos.

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No siempre se gana

El torneo de golf se realizó ayer en La Rioja. El objetivo: recaudar fondos para la fundación de Cecilia Bolocco. Y, no podía ser de otra forma, allí estaba Carlos Menem con sus palos y sus pelotitas. Como la competencia incluía a profesionales, se armaron grupos de a cuatro. El team menemista lo integraban el propio ex presidente, el gobernador riojano Angel Maza, el ex secretario general Alberto Kohan, y el único profesional del tema, José Cantero. Al final, Cecilia consiguió la ayuda que buscaba. En cambio, Menem notó que ya no está como en sus años de oro: a pesar de ser local y ser la cara visible del torneo especialmente organizado para donar dinero a su mujer, quedó relegado al segundo puesto. ¿No será una anticipo de la interna justicialista?

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Eramos tan pobres

Oscar Spinosa Melo tendrá nuevo material para su libro, en donde dedica un capítulo completo al Jockey Club. El ex embajador había sido suspendido de tan exquisita institución por pedido del gobierno de Carlos Menem. Tal decisión no la había podido torcer ni siquiera a través de los caminos legales. Y quedó moroso. Sin embargo, días atrás, el ex funcionario recibió una especie de circular del Jockey Club ofreciéndole volver a ser socio. El texto dice: “En el ánimo de facilitar el ingreso de nuevos socios, así como también el reingreso de quienes por diversas causas handejado de pertenecer a la institución, la Comisión Directiva ha introducido modificaciones en el Reglamento Interno”. En fin, o la crisis ha vuelto gentil a la gente o las carreras ya no le reportan ganancias –tiene sólo San Isidro (y no Palermo)– y hay que salir a buscar dinero desesperadamente.

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La defensa de Nito

El juez Ernesto Marinelli es quien tiene a cargo el famoso corralito de Nito Artaza. El expediente por ahora descansa en el juzgado civil, adonde fue derivado por la Cámara del fuero esperando turno. Marinelli está presionado por la causa por cuanto no ha sido muy favorable a la concesión de amparos y espera un ascenso a la Sala III del fuero. La nueva abogada de Artaza, Sandra Bergenfeld, y su hermano Fabián organizan shows en conocidos hoteles céntricos donde proponen demandas nacionales e internacionales contra los bancos. Bergenfeld conoce a Artaza desde sus inicios: de escultural cuerpo, era una de las gatitas del gordo Porcel en el recordado programa del cómico durante los ‘80. Allí se hacía llamar Sandra Rubio.

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Presto

Antonio Cafiero retornó de Roma no sólo con los aires renovados sino también con el discurso. Si hasta antes de viajar al Viejo Continente hacía saber a través de sus amigos que no estaba convencido de convertirse en el nuevo embajador argentino en la Santa Sede, por estas horas asegura todo lo contrario. Es más: ya le pidió al presidente Eduardo Duhalde que le guarde un lugarcito en su agenda para definir el tema personalmente y cuanto antes. De esta manera, el senador, ahora tan decidido a hacer las valijas, no tardaría en dejar su banca para viajar en las próximas semanas hacia el Vaticano.

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Sin respuesta

De a poco, con el correr de los días y el avance de las investigaciones judiciales, y sobre todo las periodísticas, se van conociendo los nombres de los responsables materiales de las muertes de la masacre de Avellaneda. Pero aún quedan muchas preguntas por hacerse. Una, de apariencia menor, pero que no ha trascendido públicamente, es por qué los gases lacrimógenos utilizados por la Policía Bonaerense estaban vencidos. De acuerdo con los cartuchos recogidos por varios de los testigos, esos gases tenían fecha de caducidad el año 2000.

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Así cualquiera

Ya tiene tickets de vuelta a la Argentina. Pero su regreso definitivo dependerá de la suerte de Carlos Menem en la interna justicialista. Por eso, Carlos Corach evalúa en estos días si lo suyo será una visita de médico –tiene chances de extender su vínculo académico con la Universidad de Oxford por tres meses más– o si hará pie definitivamente en Buenos Aires para volver a la arena política, ahora que se adelantaron los comicios. Eso sí, evidentemente el riesgo no es lo suyo.

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Reírse de uno mismo

A Elisa Carrió poco y nada le preocupan las cargadas que hacen los demás sobre su aspecto físico. Más aún, su entorno se divierte cada vez que algunos de los enemigos e incluso los amigos se refieren a la titular del ARI como “la Gorda”. Y, para demostrarlo, no se cansan de repetir en las últimas horas una anécdota de la marcha del último jueves “Contra el hambre, la entrega y la represión”. En un momento, Lilita se acercó a la columna oeste, por donde marchaba la Central de Trabajadores Argentinos. Y al momento de saludar a los líderes piqueteros Luis D’Elía y Juan Carlos Alderete, ambos también de humanidad generosa, desde atrás sorprendió unmanifestante con chiste ocurrente: “Ahora sí que tenemos un verdadero partido de masas”.