EL PAíS
› CARRIO EXPLICA POR QUE LO BUSCA A REUTEMANN
“A pesar de que no luchó contra la corrupción, Lole es honesto”
La diputada de centroizquierda argumentó a Página/12 que su propuesta de que caduquen todos los mandatos es la que Reutemann ya lanzó en Santa Fe. “Nadie podrá gobernar condicionado por el viejo régimen”, dijo. “Estamos frente a un proceso que avanza y que es de cambio y con ruptura.”
Al mediodía Elisa Carrió habló con el gobernador santafesino Carlos Reutemann y acordó insistir con la revocatoria de la totalidad de los mandatos. Hacia el final de la tarde hizo lo mismo con el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y el gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner. Con estos dos últimos, la líder del ARI acordó conformar “un frente común a favor de la caducidad de los cargos”, que se oficializaría el próximo jueves. Carrió se muestra inquieta, hiperactiva pero se preocupa en aclarar a Página/12 que lo que está haciendo “no es una política del ARI, es de todos y lo único que pretendo, más allá de quién sea el candidato a presidente, es colaborar para crear una nueva república”.
Carrió está exultante. Siente que se está debilitando la oposición a la revocatoria de los mandatos que encabeza el presidente Eduardo Duhalde y sus socios del radicalismo. En la casa de la diputada hay clima de triunfo.
–¿Cuál fue la razón de la carta a Reutemann?
–(Ríe.) Con él tengo una excelente relación personal desde hace mucho tiempo más allá de las diferencias políticas. Entiendo que ambos tenemos un deber ético inexcusable en la construcción de una nueva república que incluya nuevas reglas donde se debe propiciar este gesto patriótico.
–¿Y él qué respuesta le dio?
–Me dijo que está de acuerdo. Coincidimos en tratar de promover una mayor transparencia a este proceso que comienza.
–¿Confía en Reutemann?
–Sí, porque si bien el Lole no tuvo jamás una política de confrontación con el menemismo y no luchó contra la corrupción, sé que personalmente él es un hombre honesto.
–¿Habló con Reutemann sobre si ya se decidió a ser uno de los candidatos a presidente por el justicialismo?
–Es una persona muy reservada. Yo confío en su buena fe y sé que no lo guía ningún interés ni ambición personal, y creo que él confía en mí de la misma manera, así que esperemos...
–Si este proceso no tiene éxito, ¿usted insistirá con la abstención?
–Es que el Gobierno no tiene salida. Si ellos no aceptan nuestra propuesta, que es lo que está haciendo el Lole en su provincia, no habrá comicios. Y llegará el día de las elecciones sin Reutemann, Kirchner, (Luis) Zamora y yo. Eso será un proceso viciado desde su propio origen. Hay que tener en claro que el poder que nosotros tenemos nos viene del pueblo y debemos ejercerlo para que se cristalice. Hay datos que son irrefutables: el 90 por ciento de la gente lo pide y la Iglesia, desde Diálogo Social, también.
–Es una jugada fuerte ante un gobierno que insiste en que no hay tiempo material para una reforma constitucional.
–Se opone Duhalde, un hombre preso de las circunstancia. Se oponen (Carlos) Menem y la dirigencia radical porque saben que muy pocos renovarán sus cargos. No puede ser que tres, cuatro o 150 legisladores estén por encima de la voluntad popular, salvo que aceptemos sus reglas. Pero en estos momentos de transición hay que permitir una nueva legitimación donde el pueblo fije las nuevas reglas y no lo haga el viejo régimen como pretenden unos pocos.
–Reutemann plantea que la caducidad se logra a través de la reforma constitucional, el gobierno de Eduardo Duhalde dice que no hay tiempo. Entonces, ¿cuál cree usted que es el instrumento para conseguir la renovación total de los cargos?
–Esto se resuelve con una simple modificación de la ley de Acefalía que incluya la caducidad y la puesta en comisión del poder judicial federal. Esta ley se votará ad referéndum de una futura reforma de la Constitución que puede concretarse incluso antes de que asuman las nuevas autoridades. Además, esto se está realizando a través de una fuerza, de un frente transversal, por lo tanto no hay posibilidades de que un sector o un grupo desoiga lo que pide el pueblo, que es el de articular un proceso de salidainstitucional. De lo contrario, nadie podrá gobernar condicionado por el viejo régimen. Mire, estamos frente a un proceso que avanza y que es de cambio y con ruptura. El cambio llegará aparejado de una fuerza social imparable que se traducirá mañana (por hoy) en la marcha a Plaza de Mayo. Todo esto permitirá al que gane las elecciones ir de la mano de una coalición social capaz de sostener todo este proceso.
–A partir de este acuerdo puntual, como usted dice, ¿es posible la conformación además de un frente político, no digo con Reutemann sino más bien con Ibarra y Kirchner?
–No. Estamos en ésta por cuestiones superiores a cuestiones personales o políticas. Si bien tenemos diferencias ideológicas podemos estar juntos porque lo que nos une es una verdadera política de Estado que no es otra que una salida institucional, una nueva república. Si esto se logra, la cuestión de quién es el nuevo presidente es absolutamente menor.
–Usted habló con habló con dos gobernadores peronistas y un frepasista. ¿Por qué están ausentes los radicales?
–Las autoridades del partido ya fijaron su posición, están en desacuerdo con nosotros. De todas maneras, me gustaría que algunos diputados del radicalismo se sumen a este frente. Es paradójico que la cúpula de este partido adhiera a la posición oficial cuando el país exige una intransigencia moral fuerte para transformar la república. Sin duda, es paradójico ver a los dirigentes de la UCR abroquelarse en sus bancas del Congreso. Es paradójico porque lo nuestro es altamente yrigoyenista.
–De los que usted señala como opositores a la revocación de los mandatos, el más fuerte de todos es Menem. ¿Cree que será su contrincante?
–Mire, con Menem es un tema de identidad colectiva donde ambos representamos la antítesis de paradigmas sociales. Será la fuerza de los débiles contra a la prepotencia de los mafiosos y se producirá en medio de un enfrentamiento que incluirá una campaña de desprestigio contra mi persona. No me importa, estoy convencida que lo superaré. Esto es lo que muchos dirigentes políticos no quieren enfrentar.
–¿Entre los que no están dispuestos a enfrentar esa campaña se inscribe Reutemann?
–(Silencio)... Puede ser.