“El escenario es por la identidad colectiva. Es la justicia versus la impunidad, la verdad o la mentira, la honradez o la mafia y la batalla final es contra (Carlos) Menem”, aseguró a Página/12 Elisa Carrió poco después de que el santafesino Carlos Reutemann anunciara que no participará de la interna presidencial justicialista. Así, la chaqueña dio por sentado que su rival en los próximos comicios será el ex presidente. Sin embargo, estas noticias no detuvieron el armado del frente con Néstor Kirchner y Aníbal Ibarra por la caducidad de los mandatos que se presentará hoy a las 18 en el Club del Progreso.
Para el ARI la noticia del renunciamiento de Reutemann no fue una sorpresa. Carrió lo había deslizado a sus diputados el mismo lunes después de que habló con el gobernador santafesino en el marco de su pelea por el fin de los cargos parlamentarios. Ahora en el ARI piensan que el próximo en emprender la retirada será el propio Eduardo Duhalde.
Entre los legisladores que conduce Carrió había anoche cierta preocupación, no por el posible enfrentamiento con Menem –la propia Carrió había asegurado que estaba dispuesta “darle batalla”–, sino “en lo que puede transformarse la transición”. Según los seguidores de Carrió uno de los escenarios que cobra fuerza a futuro es una posible “puja de los poderes establecidos por perpetuarse y que no descartarán una salida autoritaria que incluya la represión”.
Sobre el futuro de Duhalde, en el partido de Carrió muchos lo ven terminado y sin el esquema de salida que había pergeñado con el alfonsinismo. Es decir, “el Presidente pensaba esconderse detrás del Lole y el radicalismo también, pero ahora sólo queda Menem con todo lo que significa”, repiten al tiempo recuerdan que ese acuerdo incluía la impunidad para la Corte. Esto se potenció ayer cuando se enteraron que los diputados radicales decidieron favorecer el quórum en la sesión que definirá la suerte de los supremos (ver página 6).
Ante esta posibilidad, muchos legisladores de este sector ponen en duda la conveniencia de participar en los próximos comicios. No por temor aseguran, sino por la falta de garantías. Carrió, por ahora, calla. Se limita a sostener que “primero hay que dar la batalla por la caducidad de los mandatos y por el juicio político a la Corte. Después veremos lo que sigue” y la “abstención intransigente” vuelve a escucharse entre los diputados del bloque. De todas formas, la chaqueña no desconoce que los próximos comicios tienden a polarizarse entre ella y el ex presidente. Los suyos dicen que les aseguró que “la campaña será sucia”.
Ayer mismo, Carrió se reunió con diputados del justicialismo y del Frente Grande que se sumarán al frente por la revocatoria de los mandatos. Primero estuvo con la senadora Vilma Ibarra, quien llegó en representación de su hermano Aníbal, el jefe de gobierno porteño. La legisladora del Frente Grande no sólo acordó el lugar y la hora para lanzar el frente que tendrá a Ibarra como uno de las cabezas visibles. También charlaron sobre el proyecto de ley que impulsa Carrió sobre el fin de todos los cargos legislativos ad referéndum de una reforma de la Constitución que está incluida en la misma norma. La senadora Ibarra no puso reparos a nada.
Poco después, Carrió se encontró con el diputado santacruceño Sergio Acevedo, quien la recibió junto a un grupo de legisladores que integran el grupo Talcahuano entre los que se encontraba Ricardo Falú, Arturo Lafalla y Ricardo “Lolo” Gómez. Estos leyeron con detenimiento el proyecto y, si bien no lo firmarán, lo acompañarán. Este acompañamiento se traducirá en la participación de este grupo de la conferencia de prensa que se realizará hoy a las 15 en el Congreso. Con Acevedo, Carrió mantuvo una conversación aparte. Es que el santacruceño es el representante del gobernador Kirchner y con él acordó que el encuentro para lanzar el frenteserá en el Club del Progreso. Antes, junto a Ibarra se reunirán para acordar un documento y a las 18 enfrentarán a los medios. Por ahora, sólo hablaron de este frente por la caducidad de los mandatos y nada más.