EL PAíS
› CORRUPCION, AYUDA Y FONDO SEGUN EL ENVIADO REICH
Manual para entender a Bush
¿Menem es confiable para Washington? ¿Es corrupto? ¿Y Carrió? ¿Vendrá dinero? Las definiciones.
› Por Martín Granovsky
Quienes piensan que la administración Bush, cuando habla de corrupción, habla de casos concretos de corrupción, tuvieron ayer una prueba de su error. El subsecretario de Asuntos Interamericanos del Departamento de Estado, Otto Reich, dijo ayer que entre las condiciones para que Washington respalde a un presidente latinoamericano debe figurar una: “que luche contra la corrupción”. Luego, consultado por los próximos candidatos, se abstuvo de cuestionar a Carlos Menem.
Reich citó los principios que tendría que reunir un presidente argentino durante su segundo día de visita a Buenos Aires, como parte de una gira que incluye también Brasil y Uruguay. Además de la lucha contra la corrupción, otras condiciones imprescindibles para ser bien considerado por la Casa Blanca son “el respeto a las libertades individuales y los derechos humanos, la libertad económica y política, buenas relaciones con sus vecinos, ningún apoyo al narcotráfico, ni al terrorismo internacional ni al crimen”.
El ex encargado de operaciones de propaganda diplomática con Ronald Reagan habló ayer por la mañana en la embajada de los Estados Unidos tras ser consultado por la situación preelectoral argentina.
En un ping pong sobre los candidatos futuros o, como en el caso del gobernador de Santa Fe, ya pasados, éstas fueron sus respuestas:
u Elisa Carrió: “No conozco su posición y no recuerdo haber hablado con el canciller Carlos Ruckauf sobre esa persona”.
u Carlos Reutemann: “No conozco a ese Señor como político, pero sí le pediría un autógrafo como ex corredor de Fórmula Uno, ya que fue una persona muy respetable. Su decisión (de no postularse) es un asunto interno y no nos corresponde comentar sobre la situación de un ciudadano”.
u Carlos Menem: “Tiene un historial muy conocido y como he escuchado que es posible que sea uno de los candidatos, nada tengo para expresar”. Consultado por la importancia de la amistad de Menem con George Bush padre, minimizó cualquier efecto político o un eventual apoyo de George W. para llegar a la presidencia. “No es algo que vaya a encontrar. No ejercerá influencia.”
Sobre la economía, Reich no se apartó del libreto de su país.
Dijo, por lo pronto, que la Argentina “tiene suerte porque tiene buenos amigos como los Estados Unidos y organismos como el FMI que están ayudando”. Después aceptó que los Estados Unidos son el accionista principal del Fondo, pero negó que sean el país que lo domine y maneje. Ni siquiera tiene un nivel de control mediante la acción de Anne Krueger, la vicedirectora del Fondo, una economista de la confianza personal de Bush. Añadió algo que alegrará a quienes opinan que la amenaza de una crisis generalizada en la región es la única chance de que Washington cambie de política hacia el Cono Sur: “La Argentina es un país amigo y aliado de los Estados Unidos y es muy importante su recuperación porque ayudaría a todo el continente”.
Sin embargo, la recuperación y la ayuda aparecieron en palabras de Reich como algo real no ahora mismo, o en los próximos días, sino “en cuanto exista un plan coherente”. Conclusión: no hay plan coherente. Otra conclusión más, y disculpas por la obviedad: no hay ayuda.
“Habrá aún mayores esfuerzos de los Estados Unidos a medida que el gobierno de la Argentina tome los pasos necesarios y acordados con la comunidad internacional”, dijo Reich, antiguo lobbyista del ron Baccardi en su pelea contra Fidel Castro y el Havanna Club de los cubanos.