“En el Gobierno se está configurando una riesgosa alianza de setentistas, cavallistas y piqueteros, que puede poner en peligro los importantes logros que todos los argentinos hemos alcanzado después de la crisis de 2002.” Lo dijo ayer Roberto Lavagna en Rosario, punto inicial de una nueva gira que –según sus allegados– obligó a postergar hasta la semana próxima las conversaciones con el macrismo con vistas a las elecciones de 2007. Los lavagnistas aclararon que la dilación “no quiere decir que cerremos la puerta al diálogo” y restaron trascendencia a las declaraciones de Mauricio Macri de que sigue trabajando para ser candidato presidencial.

En su papel de no declarado candidato a la presidencia, habló sobre “Los desafíos y oportunidades para la Argentina” en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Rosario. Allí expresó su apoyo a la candidatura a gobernador del socialista Hermes Binner. “Si yo fuera santafesino, sin duda votaría por Binner”, lanzó.

Lavagna inició su breve gira por el interior junto al diputado Juan Carlos Camaño y Carlos Campolongo, el fogonero de su proyecto en la Ciudad de Buenos Aires. También lo acompañó Alejandro Rodríguez, uno de sus operadores políticos. El ex ministro, quien hoy viajará a Córdoba y mañana estará en San Juan, desplegó su ya habitual artillería contra el Gobierno.

Además de advertir sobre la “riesgosa alianza de setentistas, cavallistas y piqueteros”, cuestionó el manejo del conflicto por las papeleras. “Sin menospreciar la labor del ‘facilitador’, la solución pasa por el diálogo directo entre los presidentes. Gobernar implica asumir costos y (Néstor) Kirchner debe estar dispuesto a asumir algún costo en ese diálogo para garantizar un bien superior, que es el de la paz y la armonía con Uruguay”, sentenció el ex ministro de Economía.

“Sostener esta política de control de precios es barrer bajo la alfombra”, disparó también Lavagna. En materia económica, advirtió que “hay que poner mucha atención en el empleo porque se ha desacelerado la creación de nuevos puestos de trabajo”.

Aunque en Buenos Aires quedó Jorge Sarghini, el encargado del diálogo con el macrismo en busca de un acuerdo electoral, la gira de Lavagna –quien donó los honorarios que recibió por su disertación en Rosario al Hospital de Niños– difiere cualquier avance definitivo en ese sentido. Los lavagnistas no dan nada por terminado y no asignan mayor importancia al hecho de que Macri haya dicho que trabaja para ser candidato a presidente. Por el contrario, un colaborador del ex ministro de Economía recordó que desde Compromiso para el Cambio se precisó que “recién a fin de año definirá el postulante presidencial. O sea, que tiempo y potencialidad para el diálogo hay”.