La puerta de la Legislatura de La Rioja saltó por el aire. Los militantes, entre los que había funcionarios del gobierno provincial, la arrancaron de cuajo y luego la prendieron fuego en la calle. Ingresaron y tomaron el edificio, mientras los diputados huían de sus despachos. Para salir del lugar, tuvieron que saltar una verja que comunica con una escuela vecina. ¿El motivo? Se había corrido el rumor de que iban a aprobar una reforma constitucional para derogar la reelección indefinida. La batalla tiene como trasfondo la guerra abierta entre el gobernador Angel Maza y su vice, Luis Beder Herrera, quien busca ocupar la gobernación en 2007.

Maza y Beder Herrera comenzaron a disputar la candidatura de 2007 a principios de año. Ambos provienen del menemismo y devinieron kirchneristas. El vicegobernador controla 19 de los 24 diputados de la Legislatura provincial. Tras las elecciones en Misiones, Beder Herrera tomó la bandera contra la reelección indefinida. Las calles se plagaron de carteles que decían: “Chau Rovira, chau Maza”. En respuesta, el mazismo salió a pintar “La Rioja no es Misiones ni el Diablito es obispo” (“El Diablito” es el apodo del vice, por su fama de operador en las sombras).

Los diputados bederistas anunciaron que tratarían hoy en una sesión extraordinaria el proyecto de reforma de la Constitución. Entre los condimentos que consensuó el sector de Maza con el del embajador en México, Jorge Yoma, está la eliminación de la Ley de Lemas y la instauración de un cupo para las minorías políticas. Pero el punto que encendió las llamas fue la eliminación de la reelección indefinida que propiciaron los bederistas. Sin embargo, a través de las radios locales corrió la versión de que la sesión se iba a adelantar.

En menos de una hora, unas 200 personas marcharon con banderas que decían “gobernar es respetar el voto”. Se pudo ver a funcionarios del gobierno de Maza, como el ministro de Producción, Jorge Bengolea, y a la funcionaria de la Agencia de la Juventud, Natalia Alvarez Gómez, presidenta de la JP riojana. No había presencia policial en el momento en el que llegaron, salvo la custodia de la Legislatura, que intentó cerrar la puerta. Tras abrirse paso, tomaron el edificio, donde seguían al cierre de esta edición. No hubo agresiones a empleados.

Aunque es poco afecto a las declaraciones públicas, el vicegobernador salió a culpabilizar a Maza por los incidentes. “Creo que ha quedado muy claro ahora que el gobernador quiere una cuarta reelección”, lanzó. “Para eso va a usar a las patotas, la plata del Estado”, acusó. Envió una nota al juez federal Daniel Herrera Piedrabuena en la que le reclamó que tome medidas para garantizar el funcionamiento de la Legislatura. En tanto, los diputados bederistas dijeron que van a sesionar hoy en otro lugar. También denunciaron al jefe de Policía y al secretario de Seguridad por “abandono de persona”. El mazismo respondió que volverá a movilizarse para evitar que sesionen. A la contienda podría sumarse el sector del intendente de La Rioja, Roberto Quintela, que está alineado con el vice. “Si El Gitano Quintela manda a los muchachos, puede ser una batalla campal”, comentaban.

Maza se mantuvo en silencio. En su entorno, anunciaron que continuaría con su agenda normal. En su nombre, salió a responder el ministro de Gobierno, Osvaldo Cura, que acusó a los diputados bederistas de “no querer oír la voz de sus comprovincianos”. “La intervención es una solución constitucional”, sugirió. “Maza no dijo que va a ser candidato. Puede ser también el Negro Yoma”, acotó a este diario un allegado del gobernador. Yoma, quien recompuso la relación con Maza, estaba por viajar a La Rioja, pero anunció que se quedará en Buenos Aires. No es momento para visitar su provincia natal, donde las llamas lamen hasta las puertas del Parlamento.