Como un tridente pinchando la costa uruguaya, los tres puentes de Entre Ríos fueron bloqueados por las asambleas de Gualeguaychú, Colón y Concordia. En Gualeguaychú hubo una caravana al Puente General San Martín, donde festejaron por el éxito de la protesta en Buquebús (ver aparte). En tanto, reforzaron el corte en Colón “por tiempo indeterminado”. Sobre Concordia pesó durante el día la amenaza de un desalojo violento por parte de militantes del PJ. Los asambleístas cortaron durante dos horas la ruta 015, la única vía de acceso que quedaba abierta. Avanzaron hacia el puente y se encontraron con otro grupo, que portaba carteles de “no al corte”.

Tras varias discusiones, levantaron el bloqueo, que sólo duró dos horas. “Nos retiramos, pero esto (Jorge) Busti lo va a pagar caro en las urnas”, afirmó el asambleísta Alfredo de Angelis.

En Gualeguaychú había clima de carnaval. Delegaciones de distintas provincias fueron llegando durante el día y, al anochecer, cerca de cuatro mil personas se unieron al corte por tiempo indeterminado. Marcharon juntos para hacer un “abrazo al puente San Martín”. “Esta es una movilización para rechazar la prueba de agua que iba a hacer Botnia y que hoy (por ayer) suspendió. Porque estas empresas hacen todo a espaldas del pueblo”, arremetió Oscar Bargas, uno de los coordinadores de la asamblea.

“No le damos licencia social para esta nueva violación al tratado del río Uruguay”, planteó, parado en el puente San Martín en donde los vecinos cantaban y bailaban al ritmo de la música antipapeleras (hay ya cerca de 50 zambas y chacareras made in Gualeguaychú). Los vecinos se repartían entre la protesta festiva y el comentario obligado de la protesta en Buquebús y de la “guardia exagerada” de la Prefectura. “Es una barbaridad la cantidad de gente que llevó Prefectura”, se quejaba Bargas.

A Colón fluyeron autos y colectivos desde Gualeguaychú y desde las colonias agrarias cercanas, con la idea de reforzar el bloqueo. Hasta ahora los cortes en la Ruta 135 son intermitentes. La idea de los asambleístas es que sean permanentes, como en Gualeguaychú. “Será una nueva etapa que implica el corte del puente General Artigas, que conduce a Paysandú, por tiempo indeterminado”, aseguró Silvia “Poly” Etchevarría, integrante de la asamblea de Colón.

En la Ruta 135, pasaron la tarde tomando mate, entre las carpas y reposeras que se instalaron con la idea de perpetuidad. “Me parece que es el momento de que quienes tienen que dar respuestas políticas y diplomáticas actúen”, afirmó Carlos Serrati, mientras disfrutaba unos amargos. También comentó el planteo del canciller Jorge Taiana, quien aseguró que “los cortes no favorecen la posición argentina”. “La quietud tampoco nos ayuda. No invalidamos ninguna acción diplomática que destrabe el conflicto”, dijo. Con las dos rutas cerradas, sólo quedaba Concordia.

Autos, camionetas, camiones y micros también se dirigieron hacia Concordia desde distintas partes de Entre Ríos. Cerca de 300 personas con una enorme bandera, además de los habituales carteles de “no a las papeleras” y de la Federación Agraria se agruparon sobre la Ruta 015. La mayoría eran de Gualeguaychú o productores agropecuarios de la zona de Chajarí. “Esto es una demostración del pueblo entrerriano hacia el pueblo uruguayo para que despierten”, afirmó Alfredo de Angelis, uno de los integrantes de la asamblea de Gualeguaychú y dirigente agrario. A las 20, una asamblea resolvió iniciar el corte. Entre los vecinos, pululaban personas a los que los asambleístas identificaron como “el grupo de choque de Busti”. Tras dos horas de corte, caminaron hasta cinco kilómetros antes de la cabecera del puente internacional, donde se intentaban hacer una nueva asamblea, a la vera del arroyo Ayuí.

Pero, en el camino, unos 300 militantes intentaron por todos los medios impedir que avanzaran hasta el límite con Uruguay. También resguardaron un camino de tierra que llegaba hasta el puente, mientras desde el gobierno provincial informaban que existía ese paso. Hubo empujones y discusiones a los gritos, sin que las agresiones llegaran a mayores. “No se olvidan de las viejas prácticas. Se liberó la zona, así que hago responsable al ministro del Interior y al gobernador: no está Gendarmería, ni la policía y sólo están las patotas de Busti”, remarcó De Angelis. Luego de varios minutos de tensión, resolvieron levantar el corte y marcharon hacia Colón.