En medio de un profundo mutismo, el facilitador español Juan Antonio Yáñez Barnuevo se reunió ayer con el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, para tratar de acercar posiciones en el conflicto de las papeleras. El enviado del rey Juan Carlos de Borbón le expuso a Vázquez una serie de prioridades que, a su juicio, serían vitales para solucionar el diferendo: “Deben retomar el diálogo”, exhortó. “Esto sólo se puede solucionar sentándose a negociar”, agregó. Según contaron fuentes españolas, Yáñez Barnuevo trazó un “completo escenario” del punto en el que se encuentra el diferendo. La reunión duró más de una hora y tuvo lugar en la residencia presidencial. Además de Vázquez estuvieron el secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández, y el secretario general de la Cancillería, José Luis Cancela. Poco después de que terminara la reunión, Yáñez Barnuevo viajó a Buenos Aires para entrevistarse con las autoridades de la Casa Rosada.

La visita del diplomático español a Montevideo había generado bastante expectativa en el gobierno uruguayo. El canciller Reinaldo Gargano fue uno de los encargados de preparar el clima para su llegada. “Esperamos terminar con este absurdo diferendo que ha creado una situación muy perjudicial para Uruguay”, dijo sobre la pelea por la construcción de la pastera en Fray Bentos. “Espero que pueda establecer un mecanismo de intercambio, que haga posible que el nuevo viaje que hará a Buenos Aires mañana (por hoy) le permita regresar a Montevideo con la propuesta de facilitación”, se esperanzó Gargano. Sin embargo, la posibilidad de alcanzar un acuerdo no parece tan cercana. Ayer, el propio Gargano insistió con que su país mantiene la propuesta de efectuar un control conjunto sobre la construcción, la gestión y el financiamiento de Botnia.

La oferta que propone Uruguay –mantener la planta en Fray Bentos y que técnicos argentinos puedan inspeccionarla periódicamente– no entusiasma nada a los ambientalistas de Gualeguaychú. Los miembros de la Asamblea enviaron ayer una carta al Presidente en la que advirtieron que rechazan cualquier solución que no prevea la relocalización de Botnia “fuera de la cuenca del río Uruguay” (ver aparte). Desde la otra orilla también enarbolan un punto innegociable: el levantamiento de los bloqueos de los tres pasos binacionales. La gira del facilitador español comenzó anteayer en Buenos Aires, donde se entrevistó con el canciller Jorge Taiana. Tras recibir a Yáñez Barnuevo, Taiana dijo a la prensa que esperaban los resultados de la mediación con “optimismo y confianza”.

Para reforzar la posición uruguaya, el canciller Gargano exaltó la importancia de un monitoreo conjunto sobre la planta de Botnia. “Es una medida de vasto alcance e inédita. Normalmente cada país se ocupa de lo que ocurre en su territorio y no lo hace conjuntamente con otro. Aquí tenemos un río compartido y una administración conjunta. El gobierno uruguayo está dispuesto a eso (por el monitoreo de la pastera con técnicos de ambos países) desde hace un año y medio”, dijo. La supervisión conjunta de la planta implicaría que Botnia no se mudará a otro lugar de Uruguay, como sí lo hizo la española Ence. Así lo habría destacado el propio Tabaré Vázquez durante la reunión con Yáñez Barnuevo: después de quejarse por la posición “inflexible” de los ambientalistas entrerrianos, el mandatario uruguayo habría dicho que Botnia tenía “voluntad” de negociar pero con la condición de “en ningún momento relocalizar” sus instalaciones.