Tras largas jornadas de deliberaciones, el Partido Comunista aún no dio a conocer su posición frente a las elecciones. Sin embargo, y a pesar del hermetismo de sus militantes y dirigentes, Página/12 pudo saber que habrían decidido no apoyar al cooperativista Carlos Heller, que se lanzó como vicejefe de gobierno porteño en la fórmula kirchnerista junto a Daniel Filmus. “Es posible que llamemos a la abstención”, reveló una fuente de la cúpula partidaria. Por su parte, Heller ya se suma a la campaña del kirchnerismo y lanza su Partido Solidario.

Tras la fallida experiencia del Encuentro de Rosario todo hacía pensar que los comunistas iban a apoyar la sociedad que Heller armó con el diputado Claudio Lozano, de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), e incluso no verían con malos ojos su acercamiento al diputado filokirchnerista Miguel Bonasso. Fueron las épocas en que el gremialista Víctor De Gennaro parecía el candidato presidencial natural de ese nucleamiento de centroizquierda. “Una cosa es ir con la CTA, con Lozano o Bonasso... muy diferente a esto”, razonó la fuente. Si bien en el PC aclaran que el presidente del banco Credicoop no es afiliado, a nadie escapa la comunión de ideas e intereses que los unen. De hecho, el propio Heller reconoció a Página/12: “Siempre fue mi referencia y mi inspiración, con amigos como Floreal Gorini y otros”. Pero enfatizó que nunca fue “orgánico”, y anunció que su único partido es el que acaba de fundar, el Partido Solidario, que ya fue reconocido por la justicia electoral.

La semana que concluye fue agitada para la conducción del PC, pero las conversaciones y debates no habrían incluido contactos con Heller, según aseguró el cooperativista. Más allá de las definiciones sobre quiénes serían los candidatos en cada distrito, el eje de las diferencias pasaba por resolver qué actitud tomar frente a la fórmula oficialista, ahora integrada por un “amigo de la casa”. El sector capitalino mostró su resistencia y la necesidad de tomar distancia de la flamante alianza, que también incluye al ex jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra, cabeza de lista a legisladores porteños. Si bien Heller ya venía trabajando con Ibarra y Bonasso en la agrupación Diálogo por Buenos Aires, el anuncio de su integración a la fórmula con Filmus habría sido el límite. La semana próxima podrían llamar a sus votantes a no concurrir a las urnas el 3 de junio.

Algunos militantes con los que dialogó Página/12 afirmaron que “si el partido apoya eso (por Filmus-Heller) nos vamos”. Este posicionamiento habría sido percibido por los dirigentes, que se pasaron varios días reunidos entre el Comité Capital, de Callao al 200, y el Comité Central, de la avenida Entre Ríos. “Estamos viendo la situación, hay acuerdos para competir en Santa Fe, La Rioja y Salta”, describió un dirigente. Pero este diario insistió en saber qué harán en Capital y la respuesta fue la misma. “Estamos debatiendo, en unos días habrá definición”, fueron los menos precisos. “La decisión política es ‘no comment’”, dijo otro más tajante.

El PC no se ha comportado de manera “antikirchnerista” a ultranza. En las actividades contra el presidente norteamericano George Bush trabajaron de manera conjunta con sectores que responden a la Rosada. Y coinciden también en su adhesión al proceso venezolano que lidera Hugo Chávez.

“Es fácil juntarse cuatro y sentirse cómodos porque están de acuerdo. Para gobernar Buenos Aires hay que concertar con todos, y seguro habrá debate y tensiones. Nosotros hemos elegido esa incomodidad, y desde ahí trabajaremos defendiendo nuestras convicciones”, fue la definición que Heller expresó hace pocos días por radio cuando el periodista Eduardo Aliverti le reprodujo los cuestionamientos a su alianza con el oficialismo, que incluye a dirigentes como Daniel Scioli, de origen menemista. A juzgar por sus palabras, esas convicciones se identifican con el ideario comunista, pero el partido no lo acompañaría en su apuesta.