El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, dijo que el Poder Judicial está “en una encrucijada”, “la más difícil de su historia” debido a la expansión “extraordinaria” de su “agenda”. La sociedad, señaló el magistrado, necesita “jueces activos, que participen con sus decisiones en el diseño de la sociedad y sus instituciones”.

El discurso de Lorenzetti fue la apertura de la Asamblea Anual de la Federación Latinoamericana de Magistrados (FLAM) y la reunión del Grupo Iberoamericano de la Unión Internacional de Magistrados (UIM). La jueza Carmen Argibay sostuvo “la búsqueda de justicia como valor es siempre una tarea inconclusa” y planteó que la solución a temas como la exclusión social o la seguridad no está en manos del Poder Judicial.

En el evento se coló, en forma indirecta, la discusión derivada de los cuestionamientos del Gobierno a las demoras en las causas sobre crímenes de lesa humanidad y a la Cámara de Casación. El presidente de la Asociación de Magistrados, Ricardo Recondo, volvió a pedir respeto por la independencia judicial. Sólo se logra, advirtió, “con garantías de una inmovilidad de los jueces mientras dure su buena conducta, tal cual lo asegura nuestra Constitución Nacional” y “ajeno a toda injerencia política”.

También habló Marcela Losardo, secretaria de Justicia y representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura. “Los jueces son factores fundamentales para el equilibrio que toda sociedad necesita”, señaló. Guinter Spode, del IUM, se refirió a la “autonomía” del Poder Judicial que, dijo, debe “preservar el bien común y la paz social”.