Convertida en un caso testigo de la competencia interna del kirchnerismo, La Matanza atraerá hoy la atención de todo el Gobierno. El coordinador de Barrios de Pie y subsecretario de Organización Popular del Ministerio de Desarrollo Social, Jorge Ceballos, lanzará hoy su candidatura a intendente con un acto a las 18 en la plaza de San Justo. “Va a haber cinco mil personas en la calle. Nos van a acompañar representantes del sector empresarial, obrero, comerciantes y asociaciones ambientalistas”, aseguró ayer Ceballos a Página/12. Su principal rival es el intendente local, Fernando Espinoza, sucesor y protegido del titular de la Cámara de Diputados, Alberto Balestrini. “Yo pertenezco al Frente para la Victoria y al proyecto de Néstor Kirchner. Debemos resolver quién lo representa mejor de cara a la sociedad”, lo desafió Ceballos.

De origen cordobés, abogado con un estudio instalado en la calle Arieta de San Justo, Ceballos es el primero de los dirigentes sociales K que se larga a competir por una intendencia y lo hace con un acto público. Desde su entorno aseguraron que estará acompañado por varios dirigentes kirchneristas, como el titular de Astilleros Río Santiago Julio Urien, el metalúrgico Francisco “Barba” Gutiérrez, el concejal de Avellaneda José Alesi y el candidato a intendente de Lanús Darío Díaz Pérez, entre otros.

“Ellos plantean una política ligada sólo al PJ y yo lo que quiero es abrir la política a la concertación con representantes sociales, de centroizquierda, progresistas y vecinalistas”, aseguró Ceballos. Los organizadores descuentan la participación de muchos comerciantes. “Van a venir referentes como el arquitecto Arturo Ter Akopian, que es presidente de la sala de salud de Ramos Mejía”, prometieron cerca del candidato. El funcionario de Desarrollo Social explicará sus planes para seguridad y salud, como la realización de un mapa del delito, la incorporación de universitarios en las comisarías y el aumento de sueldos para médicos. “Un médico del hospital municipal Teresa Germani, de Laferrere, con veinte años de antigüedad, cobra 1200 pesos”, cuestionó Ceballos.