Fue un momento PRO. Con diapositivas que rememoraban la breve historia de la alianza de centroderecha, el diputado de licencia Mauricio Macri y su vice Gabriela Michetti relanzaron la campaña en la ciudad. Ambos observaban con ternura las fotos del empresario con Ricardo López Murphy –ausente en el acto– y las imágenes del presidente de Boca en campaña (menos aquella foto de Macri con la nena). Fue como el video de un cumpleaños de quince, con frases como “así nació” o “trabajamos, trabajamos”. Luego Macri arremetió con su clásico discurso, centrado en la seguridad. Anunció que, si gana, creará una Agencia de Prevención del Delito, que concentrará los planes sociales y las becas escolares.

La tropa completa de PRO porteño desembarcó en la sede de Compromiso para el Cambio. Peronistas, macristas puros, diputados de Recrear se ubicaron en un escenario muy, pero muy prolijo. Las paredes estaban tapizadas con el rostro sonriente del empresario. Entre los participantes, resaltó la menemista Alejandra Oviedo, que trabaja cerca del candidato a gobernador Francisco de Narváez. “Mi apoyo a Macri es personal”, aclaró.

“Buenos Aires camina entre los sueños y la corrupción”, sonó la canción de Fito Páez y Joaquín Sabina, con la que entraron Macri y Michetti. “Tenemos una ciudad que no me hace feliz. A mí me asaltaron, a mi hijo también, en el kiosco me atienden detrás de rejas”, contó ella.

“La seguridad es libertad, porque cuando uno tiene miedo prefiere no salir. Disminuye la inversión y el desarrollo”, continuó el empresario, que anunció que creará una agencia de prevención del delito, que será autónoma y controlará las becas escolares, la capacitación laboral y la urbanización de las villas. “La Villa 31 debe ser relocalizada”, afirmó Macri, y remarcó que la agencia se ocupará de “grupos vulnerables”.

“La mayoría de los delitos los cometen chicos de entre 15 y 18 años, armados, violentos, dispuestos a matar”, graficó. “¿Qué es esto? Esto no es Buenos Aires. Buenos Aires era la de las abuelas tomando mate en la puerta de la casa, no detrás de las rejas”, insistió el líder de PRO, que prometió que llevará el presupuesto de seguridad al 20 por ciento.

Distendido, el candidato a jefe de Gobierno ofreció una conferencia de prensa, en la que protagonizó su propia versión de Pimpinela con Michetti, quien dijo que “a veces lo defiende y, a veces, no”.

–Ella es la que más quilombo hace por las listas –bromeó él.

–Nooooo, que me hacés quedar mal –lo retó ella, entre risas.

Entre chascarrillos, Macri confirmó que el pedagogo Mariano Narodowski será la cabeza de la lista de legisladores de PRO. “Es imposible que no haya segunda vuelta”, se sinceró. Y aprovechó para prometer que su padre “no participará de las licitaciones en la ciudad”. También se ocupó de contestarle al gobernador neuquino Jorge Sobisch, quien le endilgó “falta de valentía” por no llamarlo tras la muerte del docente Carlos Fuentealba. “Frente a semejante tragedia, llamarlo hubiera sido hacer política”, señaló Macri, quien volvió a dar por muerta la alianza con Sobisch. Cuando le preguntaron por la alianza Telerman-Olivera, terminó con una respuesta muy suya: “No entiendo mucho a los políticos, la verdad”, contestó.