A menos de tres días de cerrar un acuerdo con Jorge Telerman, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, comenzó a tomar una prudente distancia con el jefe de Gobierno, a quien acompaña su delfín, Enrique Olivera. “Asumimos algunos riesgos, para mí Telerman es un riesgo, pero tengo que asumirlo porque nosotros tenemos que gobernar la Argentina”, explicó Carrió en declaraciones radiales. “Yo apuesto a eso, es un riesgo por el que tengo absoluta confianza en que vamos a salir de Egipto”, insistió a pocos días del Pesaj, que conmemora la salida del pueblo judío de los dominios de los faraones. Ante las previsibles repercusiones de sus palabras, dejó un consejo para los editores de los diarios: “No es para un título malo, muchachos”.

Carrió inició esta semana con un tibio apoyo al acuerdo entre la Coalición Cívica –que presentó anteayer en sociedad– y Telerman: “Esta fórmula es para un cogobierno. Apoyamos la fórmula porque está Olivera, que es nuestra garantía, junto a nuestra lista de candidatos. Olivera es una figura central con delegación de facultades ejecutivas”, planteó. “No estamos apoyando porque Telerman es maravilloso”, se sinceró Carrió el martes en un reportaje, para luego afirmar: “Tengo una excelente relación con Telerman, desde siempre. Y somos personas distintas”. Después sostuvo con firmeza que estaba “totalmente de acuerdo” con cómo se había llevado la negociación y remarcó que Telerman tomó “suficiente distancia” con el kirchnerismo.

Las palabras de Carrió de ayer tuvieron la misma discordancia: indicó que el jefe de Gobierno “es un riesgo”, pero luego aclaró que confía en él. “Y yo apuesto a esa confianza”, dijo. E insistió con que tienen “una excelente relación”. A renglón seguido, sembró dudas sobre la financiación de la campaña de Telerman. “No vamos a convalidar ni tapar ningún problema de financiamiento”, advirtió.

Como resaltó en la presentación de la Coalición Cívica, Carrió afirmó que su movimiento fue el único que no empezó la campaña electoral hasta esta semana, cuando lo estipula la ley. Una periodista le recordó que Telerman (al igual que el resto) comenzó antes de tiempo a empapelar la Ciudad de Buenos Aires con sus afiches, pero la ex diputada la cortó en seco: “Si usted tiene problemas con el señor Telerman, lo llama y le pide explicaciones”, zanjó. Y no se habló más del tema.

“Alfonso Prat Gay va a estar muy cerca mío, eso seguro”, señaló la líder de la Coalición Cívica, quien no confirmó por ahora que el ex titular del Banco Central la vaya a acompañar como vice. También mencionó al economista afín al ARI Rubén Lo Vuolo, como parte de los que la acompañarán hacia octubre.

Luego, Carrió denunció una campaña sucia en su contra, por los afiches que cubren la ciudad en los que se ve la foto de Olivera en la asunción como vice del entonces jefe de Gobierno Fernando de la Rúa. “Telerman-Olivera”, rezan, con sorna. “La campaña sucia ya está en la calle”, apuntó la dirigente, quien responsabilizó al secretario de Medios, Enrique Albistur. “Lo único que sabe hacer es eso”, lo toreó.