Daniel Scioli mostró ayer el respaldo “pingüino” a su candidatura a gobernador. Por primera vez, el vicepresidente compartió un acto indisimulablemente de campaña junto al ministro de Planificación, Julio De Vido, y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, dos hombres provenientes de la gestión patagónica de Néstor Kirchner. “Se ve una luz al final del túnel”, dijo el vicepresidente.

La observación del vice, un clásico cuando se trata de irradiar esperanza, fue casi una manera de emular a Kirchner cuando dice que la Argentina está saliendo del infierno y está entrando en la puerta del purgatorio. En clara alusión a la oposición, Scioli dijo que algunos quieren construir más túneles para que la luz sea más tenue.

El encuentro de Parque Norte fue organizado por la Fundación Primero Argentina, que integran el secretario de Industria, Miguel Peirano, y el diputado santacruceño Pilo Aasef. A ellos se sumó uno de los principales laderos de Scioli, el legislador porteño Alberto Pérez. El trío motorizó las mesas previas al acto, donde hubo disertaciones sobre producción y energía.

Scioli, De Vido y Zannini hablaron ante unas mil personas. El secretario de Legal y Técnica hizo su reaparición luego de haber estado alejado algunos días de su despacho de la Casa Rosada por razones de salud. El vicepresidente apeló a sus palabras fetiches, como “humildad” y “optimismo”, pero también se rindió a otras muletillas, adaptadas a la realidad bonaerense, como “inversión”, “infraestructura”, “cloacas”, “pavimentos”, “vivienda” e “iluminación”. Todo un catálogo de las necesidades de la provincia.

“Los municipios y la provincia deben aprovechar el crecimiento del país. Argentina renace y resurge”, se entusiasmó. Abajo del estrado escucharon atentos el jefe de Gabinete bonaerense, Mario Oporto; la titular del PAMI, Graciela Ocaña; el intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto. Entre tantos políticos, sindicalistas y empresarios, también se dejó ver el cantante Pocho La Pantera.

De Vido hizo hincapié en la inversión en obras públicas en la provincia y vaticinó para los próximos cuatro años un “importante proceso de industrialización”. Hubo algún tiro por elevación hacia el gobernador Felipe Solá, justo en momentos en que éste criticó al controvertido secretario de Comercio, Guillermo Moreno.

Zannini llamó a no volver a lo viejo. Y recordó aquellos inicios agitados de gestión con la actualidad. Fue el mejor preámbulo para atizar la candidatura ya no sólo de Scioli en la provincia, sino también la de Daniel Filmus en la Capital Federal. La idea de metropolitanizar la campaña es una decisión tomada en la Casa Rosada.

“No puede ser que la oposición apueste al fracaso de un gobierno. Creo que la oposición debería sentirse contenta cuando al país le va bien”, señaló, desafiante, el secretario de Legal y Técnica. La despedida fue a pura sonrisa, bajo los aplausos de un público adicto.