EL PAíS › LOS COMICIOS DE RIO NEGRO, EL PROXIMO TEST DEL AÑO ELECTORAL
› Por Eduardo Tagliaferro
Desde el retorno democrático en 1983, Río Negro es gobernada por el radicalismo. El próximo 20 de agosto el gobernador Miguel Saiz intentará conseguir la reelección de su actual mandato. Aunque fue electo hace cuatro años, mucho más que tiempo cambió desde que se consagró como sucesor de su correligionario Pablo Verani. Aunque fue tardío su ingreso al grupo denominado radicales K, Saiz hace campaña apoyando al presidente Néstor Kirchner y señalando que cuenta con su respaldo. Enfrente tiene una fórmula que no puede catalogarse de antikirchnerista ni mucho menos. El senador Miguel Angel Pichetto, jefe de la bancada oficialista en la Cámara alta, junto a Julio Arriaga, del Frente Grande, esperan romper la hegemonía radical. Al igual que sus oponentes también dicen tener el apoyo de Kirchner. Aunque en Río Negro habrá un ganador y Kirchner podrá reivindicar el triunfo como propio, curiosamente las dos fórmulas reivindican la prescindencia del Presidente.
Hace no más de dos semanas las encuestas provocaron un duro cruce entre la fórmula radical y la del Frente para la Victoria. Un trabajo de Enrique Zuleta Puceiro daba a Saiz entre 9 y 10 puntos de ventaja. Ante las críticas que provocó la difusión del sondeo, el encuestador se vio obligado a precisar que no trabajaba ni para Saiz, ni para la Casa Rosada. Con cierta distancia de ese trabajo, el gobernador Saiz repite que “la única y verdadera encuesta, la que no miente y no se equivoca, la que habrá que atender será la del domingo 20 de mayo”.
En paralelo con ese muestreo, el kirchnerismo mostró otros números. Un trabajo de la encuestadora Analogías, que dirige Analía del Franco, pronosticaba un “empate técnico”. Para llegar a esa definición, los puntos de diferencia en favor de Saiz se neutralizaban al descontarlos de los que habitualmente suele tener cualquier encuesta. De las manos del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el trabajo de Analogías llegó a las de Pichetto en un encuentro que ambos mantuvieron en la Rosada. En ese mismo encuentro, el senador tuvo la mejor noticia que podría esperar para su campaña: “Kirchner no se va a meter en Río Negro”. Poco después de esa encuesta, el Presidente se reunió con Pichetto y con Arriaga. No hubo fotos oficiales. La explicación es sencilla, dos fórmulas del kirchnerismo se enfrentan el próximo 20 de mayo: la denominada Concertación Plural y el Frente para la Victoria. En los pasillos de la Casa de Gobierno no desconocen también que los guarismos aparecen como muy reñidos. “El pronóstico es reservado”, repiten.
Así las cosas, se explica que el cruce verbal entre Pichetto y Saiz haya crecido en voltaje. El gobierno provincial pone el acento en una campaña institucional en la que destaca que “Río Negro está en buenas manos”. Los afiches y el despliegue de actos de gobierno en los medios de difusión es acompañado de un perfil bajo. El radicalismo que en el plano nacional se presenta como opositor a Kirchner, en lo local disculpa la decisión de Saiz de incorporarse a la Concertación Plural impulsada por el kirchnerismo. “No se les puede pedir a los intendentes o a los gobernadores que sean los abanderados de la oposición”, justificó el titular del bloque nacional de diputados radicales, Fernando Chironi.
A diferencia de la estrategia del gobierno rionegrino, Pichetto fatiga rutas y localidades en la que alterna inauguración de locales políticos con mitines de campaña. En todos ellos, su discurso tuvo un nuevo escalón de declaraciones.
En Río Negro la campaña electoral está cruzada por un hecho policial: la desaparición de la joven Otoño Uriarte. La pesquisa judicial para conocer el paradero de la joven de 16 años, desaparecida en la localidad de Fernández Oro, una localidad cercana a Cipoletti, derivó en la investigación de un red de trata de blancas en la que estaría involucrada la policía provincial.
La aparición de un cadáver en un canal de riego de Cipoletti, el reconocimiento del padre de Otoño de algunas de las prendas que fueron encontradas en el lugar y las masivas movilizaciones que se realizaron en la provincia impactaron en la campaña. “Con el gobierno de Verani se desarrolló en Río Negro un esquema de prostitución en cada uno de los pueblos. No digo que el gobernador haya sido el auto, pero hubo consentimiento de las autoridades para que esto funcionara”, dijo Pichetto este fin de semana en un acto que se realizó en el centro de Viedma.
La causa judicial por el caso Otoño, permitió conocer escuchas telefónicas en las que un efectivo policial de la comisaría de Choele-Choel dialogaba con un proxeneta local. El caso no pasó desapercibido para Pichetto. “Saiz sabía de las escuchas desde mucho antes de que se difundieran”, señaló Pichetto. El senador también pidió que “Saiz aparezca porque siempre está callado y no dice nada sobre los graves temas que ocurren en Río Negro”. El gobernador le respondió. No lo hizo por los medios sino mediante una carta documento en la que lo intima a rectificar o ratificar sus dichos.
Las movilizaciones amenazan con llegar a Buenos Aires. La Agrupación Familiares de Víctimas de la Impunidad de Río Negro no descarta nacionalizar sus actividades y reunirse con el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y el presidente Kirchner para comprometerlos en el esclarecimiento del caso. Aunque el hecho tiene un claro matiz policial, amenaza con poner en jaque la “prescindencia presidencial” como no lo hace ninguna otra movida política.
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