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› Por Patricia Walsh *
El diputado Miguel Bonasso publicó anteayer una extensa nota de opinión bajo el título “No seamos camaradas de ruta de la derecha”. Cuenta Bonasso que para la elección del próximo domingo él mismo no es candidato a nada y que retiró su candidatura porque no quería que la ciudadanía progresista pudiera reprocharle que por mezquindad, narcisismo o supuesto purismo ideológico terminara abriéndole la puerta al mal mayor. Y sorprendentemente expresa que le preocuparía mucho que los votos en mi favor pudieran disminuir el caudal electoral de Daniel Filmus.
Soy candidata a jefa de Gobierno y también a primera legisladora. No he retirado ni retiro mi candidatura, más allá de cualquier presión política que me lo aconseje en nombre del tamaño de los males. Al contrario de cualquier funcionalidad con la derecha, los votos que obtendremos este domingo son los votos a un proyecto político de una expresión legítima de la izquierda, y a una lista integrada por legisladores –en ejercicio o de mandato cumplido–, junto con trabajadores y luchadores de izquierda.
No somos mezquinos ni narcisistas ni padecemos de ningún “purismo” ideológico que nos impida desconocer las diferencias visibles entre tres candidatos de la derecha, llamados “principales”, cuyos legisladores, así no sean iguales, votan igual. Los que votamos e impulsamos proyectos legislativos distintos, los que votamos en contra de enviar tropas argentinas a Haití, los que apoyamos las luchas docentes en Neuquén, Santa Cruz y en todo el país, los que exigimos respuesta inmediata para las escuelas porteñas congeladas, los que nunca aceptamos los negocios a costa de la ciudad de ninguna gran empresa familiar, no votamos males menores porque no votamos mal.
Es improbable dejar de ser camarada de ruta de la derecha sin ser de izquierda. Y Bonasso no quiere, recordamos a Jean-Paul Sartre, ser camarada de ruta de la izquierda. Al contrario: su nota pide explícitamente no votar a candidatos de izquierda para no acompañar a la derecha. Lo que en realidad le pide a la gente de izquierda independiente o de centroizquierda es que no sea camarada de ruta de la izquierda. Les pide que no acompañen el acceso de la izquierda a las bancas. Su razonamiento sorprendería al propio Sartre, quien tal vez lo incluiría en El ser y la nada... en la parte nada.
Votamos a la izquierda porque no le somos ni le seremos funcionales a la derecha. Y lo haremos, cualquiera sea el resultado de nuestro caudal de votos, con la esperanza de ganar bancas legislativas de izquierda, para enfrentar realmente a la derecha. Como siempre hacemos, haya o no haya elecciones, con el orgullo de ser de izquierda.
* Candidata por la Lista 38, MST-Nueva Izquierda.
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