El juez de la Cámara de Casación, Alfredo Bisordi, el mismo que dijo que el presidente Néstor Kirchner es su “enemigo número uno”, integrará por un tiempo la sala de ese tribunal que interviene en el caso Skanska. El camarista, que enfrenta un juicio político en el que está acusado de obstaculizar causas contra represores, reemplazará en la sala IV a la jueza Amelia Berraz de Vidal, que acaba de jubilarse. La última resolución que la magistrada firmó antes de dejar el cargo fue –el jueves último– la excarcelación de Adrián Félix López, el único que vinculó al ministro de Planificación Julio De Vido con presuntas coimas de la compañía sueca en la construcción de dos gasoductos.

López lleva casi 15 meses detenido por orden del juez penal tributario Javier López Biscayart, que lo procesó por asociación ilícita fiscal: era el apoderado de la empresa fantasma Infiniti Group, que le facilitó facturas truchas a Skanska para simular gastos y disimular salidas irregulares de sumas millonarias. Todavía no salió en libertad porque no juntó los 300 mil pesos que le fijaron de fianza y difícilmente vuelva a su casa antes del martes, según fuentes de su defensa.

El fallo de Casación lo firmaron, además de Berraz de Vidal, las juezas Ana María Capolupo de Durañona y Vedia y Angela Ledesma. Esta última subroga en la sala IV a Gustavo Hornos, que se excusó porque su hermano, Roberto Hornos, interviene en el caso Skanska desde la Cámara en lo Penal Económico. Desde, ahora el polémico Bisordi, presidente de Casación, ocupará transitoriamente el lugar que dejó Berraz de Vidal.

Bisordi, Hornos, Capolupo y Eduardo Riggi son los camaristas que enfrentan un juicio político en el Consejo de la Magistratura por demoras y escollos en las causas sobre los crímenes dictatoriales. Bisordi se presentó ante el organismo y allí acusó a Kirchner de pretender “la suma del poder público” y dijo que se considera “ideológicamente” enemigo del Gobierno. Desde el lugar que ocupará en la Sala IV seguramente le tocará resolver planteos e incidentes del caso Skanska, que ya les costó el cargo a dos funcionarios públicos: el ex gerente de Nación Fideicomisos, Néstor Ulloa, y el ex titular del Enargas, Fulvio Madaro.

Con el antecedente de la excarcelación de López, ayer volvió a pedir que lo liberen el contador Alfredo Greco, el intermediario señalado como quien conectó a Skanska con la sociedad Infiniti para el armado de la maniobra destinada a disfrazar pagos ilícitos. Greco quedó detenido el mes pasado junto con varios ex directivos de Skanska: a las pocas horas todos fueron liberados menos él. López Biscayart volvió a rechazar su excarcelación que, a la larga, también terminaría en manos de Casación.