Entre los organismos de derechos humanos existe inquietud sobre el futuro de las políticas vinculadas a la preservación de la memoria de la última dictadura en la ciudad de Buenos Aires. El malestar está vinculado con la hipótesis de que Mauricio Macri sea electo jefe de Gobierno. El candidato del PRO no incluyó ninguna idea sobre esa área entre sus propuestas de campaña. “El escenario es preocupante por una cuestión ideológica. Macri reivindicó el modelo de gestión de (el intendente de la dictadura Osvaldo) Cacciatore. Pero hay anticuerpos. Los organismos de derechos humanos han dado una pelea para que estas políticas sean cuestiones de Estado, ya se institucionalizaron”, dijo a Página/12 Margarita Jarque, actual titular de la Unidad Ejecutora de proyectos de Sitios de Memoria que depende del Ministerio de Derechos Humanos y Sociales porteño. Consultados por este diario, cerca del presidente de Boca admitieron que no tienen “un proyecto definido sobre el tema”.

“Cualquier gobierno va a tener que respetar los acuerdos. No puede ser que se tire lo que hizo el anterior. Hay que pedir a los candidatos una aclaración sobre sus políticas, no sólo sobre la preservación de símbolos, sino con la política de derechos humanos en general. Con (Daniel) Filmus se puede prever una continuidad, pero con Macri es una nebulosa. No se ha expedido sobre el tema ni elaborado ningún proyecto”, señaló el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, del Servicio Paz y Justicia.

Los integrantes de las organizaciones de derechos humanos no quieren “hacer campaña”, pero la preocupación existe. “Nosotros nos mantenemos independientes y confiamos en que los logros que fuimos obteniendo sigan vigentes y que se garantice la continuidad y el seguimiento de los proyectos que están funcionando hasta el momento”, dijo Nora Cortiñas. La dirigente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora agregó que “estamos preocupados por que todos garanticen los derechos económicos y sociales y en particular los de los trabajadores”.

El gobierno de la ciudad de Buenos Aires está involucrado en varios proyectos vinculados con la preservación de los sitios en los que funcionaron centros clandestinos de detención. Allí, el Estado trabaja en conjunto con los organismos de derechos humanos y con organizaciones sociales o barriales. Este modelo de “gestión mixta” comenzó durante el gobierno de Aníbal Ibarra y se continuó con Jorge Telerman.

- La ESMA: El Espacio para la Memoria que se levantará en lo que fue ese centro clandestino de detención está siendo diseñado por una comisión bipartita en la que participan el gobierno nacional y el de la ciudad de Buenos Aires. La desocupación definitiva del predio por la Armada está prevista para el 30 de septiembre próximo y se espera que el espacio se abrirá al público en octubre. Ya existe un consenso sobre parte del proyecto: el casino de oficiales, donde estuvieron cautivos los desaparecidos, no será modificado. Solo se añadirán carteles con explicaciones sobre lo que allí ocurrió (ya están puestos). El edificio central estará destinado a explicar el contexto político, económico y social del terrorismo de Estado. Está acordado que dentro del predio funcionará también el Archivo de la Memoria de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

- El Atlético: En Paseo Colón y Cochabamba. El edificio que funcionó allí fue demolido para hacer la autopista. En abril de 2002 se comenzó a excavar para recuperar los cimientos y salió a la luz parte de lo que fue el centro clandestino. Ahora se siguen realizando las obras de preservación y, en el bajoautopista de la vereda de enfrente, se está construyendo una plaza donde funcionará un centro de interpretación.

- El Olimpo: En Lacarra y Ramón Falcón. En octubre de 2004 se acordó con el gobierno nacional la desocupación del sitio, donde funcionaba una planta verificadora de autos de la Policía Federal. Actualmente se está discutiendo el proyecto integral para el lugar, donde hay un fuerte trabajo de las organizaciones barriales. Hasta el momento se acordó que se va a hacer una biblioteca abierta al público que contenga los libros prohibidos por la dictadura. Se están dando talleres y ciclos de cine y hay visitas de escuelas. Además, se lanzó un concurso de murales para las escuelas de la ciudad destinado a cubrir la fachada del edificio.

- Automotores Orletti: En Venancio Flores y Emilio Lacarra. La expropiación se votó en la Legislatura el año pasado. El gobierno de la ciudad, junto con organizaciones barriales y la comisión de uruguayos en Argentina, están trabajando en la propuesta. La idea es armar un proyecto vinculado a la represión continental, ya que ese sitio fue la base operativa del Plan Cóndor en Buenos Aires.

- Virrey Cevallos: Virrey Cevallos 630. Era una casa operativa de la Fuerza Aérea. La Legislatura estableció su expropiación en 2004. Recientemente se obtuvo la tenencia provisoria. Se están haciendo obras de mantenimiento porque está en mal estado.

- Parque de la Memoria: Es uno de los proyectos más antiguos del gobierno de la Ciudad. Son 14 hectáreas en la Costanera en las que se instalaron esculturas vinculadas con la última dictadura y que contendrá el monumento a las víctimas del terrorismo de Estado. El proyecto se inició en 1998, cuando todavía no había una política sobre recuperación de centros clandestinos. Trabaja una comisión que incluye a los organismos de derechos humanos, el gobierno porteño y la Legislatura. Se espera que antes de fin de año se inaugure el monumento, que sufrió varias postergaciones.

- El Instituto Espacio para la Memoria: Se trata de un ante autárquico en lo económico y autónomo en su funcionamiento creado por la Legislatura con el mandato de recuperar los predios o lugares de la ciudad donde funcionaron centros clandestinos durante la última dictadura. Su mandato incluye tareas de difusión sobre los derechos humanos. Participan los organismos de derechos humanos, el gobierno porteño y representantes de distintos bloques de la Legislatura. Este organismo fue pensado para no estar comprometido en los avatares electorales, pero en última instancia su funcionamiento depende de que su presupuesto sea aprobado por la Legislatura y el Ejecutivo porteño.

“Esperamos que haya continuidad con los proyectos, con el monumento y los centros clandestinos, especialmente con la ESMA. Y esperamos que esa continuidad también sea presupuestaria, porque puede no haber un enfrentamiento pero sí recortes que igual irían en desmedro de estas iniciativas”, dijo Mabel Gutiérrez, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas.

Página/12 consultó a los equipos de campaña de Filmus y Macri. Mara Brawer, ex subsecretaria de Educación porteña y secretaria de Derechos humanos del PJ porteño fue la encargada de responder por la fórmula kirchnerista: “Nuestra postura es clara: preservar los centros clandestinos como lugares de transmisión de memoria, lo que se viene haciendo desde Ibarra, y que es una política también del gobierno nacional. No se trata solo de recuerdo. Significa también la comprensión de los factores que generaron ciertas políticas y sus consecuencias y cómo esto repercute en la concepciones actuales de la política, la economía. Esta es una de las cosas que nos diferencian claramente de Macri”.

En la plataforma electoral del PRO hay propuestas sobre seguridad, salud, educación, veredas rotas y caos en el tráfico, entre otros temas, pero no existe un apartado sobre derechos humanos. Consultados por este diario, varios dirigentes macristas no lograron dar con ningún proyecto. Tampoco pudieron encontrar el nombre de la persona que se ocuparía del tema. “No tenemos una posición definida sobre la ESMA”, contestaron ante una pregunta puntual. Uno de los encargados de los equipos técnicos consideró que el proyecto de los sitios de la memoria sería “un tema de espacio público”.