EL PAíS › MACRI ANUNCIO QUE NO DARA EL DEBATE, FILMUS PIDIO QUE LO REVEA
Luego de muchas vueltas, Mauricio Macri anunció ayer que no participará del debate televisivo con Daniel Filmus previsto para mañana. Ambos se habían comprometido a realizarlo antes de la primera vuelta. Macri culpó “al nivel de agresión”.
› Por Santiago Rodríguez
La imagen de la silla vacía –aquella que por años estuvo asociada a Carlos Menem por su faltazo al debate con Eduardo Angeloz previo a las presidenciales de 1989– tiene desde ayer nuevo dueño: Mauricio Macri anunció que no debatirá por televisión con Daniel Filmus, con quien el próximo 24 de junio dirimirá el ballottage del que surgirá el próximo jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El candidato de PRO explicó que tomó esa decisión debido al “nivel de agresión” que el kirchnerismo le impuso a la campaña electoral. “Invito al ingeniero Macri a que reconsidere su posición, porque los porteños nos merecemos tener este debate”, reaccionó el postulante del oficialismo y remarcó que su adversario “priva a los porteños de la posibilidad de asistir a una discusión profunda”.
La actitud de Macri no difiere de la que tuvo Menem en el ’89, cuando –al tope de las encuestas– dejó a Angeloz sólo con Bernardo Neustadt y Mariano Grondona en Tiempo Nuevo. Tampoco es distinta a la de Fernando de la Rúa, quien en 1999 también lideraba los sondeos para la presidencia y rehusó un mano a mano con Eduardo Duhalde. En aquella oportunidad, como ahora, el duelo estaba planteado en A Dos Voces, el programa que Marcelo Bonelli y Gustavo Sylvestre conducen por TN.
En elecciones a jefe de Gobierno porteño, sin embargo, hasta ahora ningún candidato había desertado de un debate. Filmus lo subrayó antes de exhortar a Macri a reconsiderar su determinación. “Rompe una tradición democrática”, sostuvo el candidato K, tras recordar que el candidato de PRO “se había comprometido” ante cámara a debatir. “Al aire los dos dimos nuestra palabra”, enfatizó el ministro de Educación y advirtió que “quien es víctima no somos nosotros en particular, sino todos los porteños y porteñas”. “Nuestro único compromiso era que, si había debate, se hacía en TN”, respondió el vocero del postulante de PRO, Iván Pavlovsky.
En el 2000, Aníbal Ibarra –hoy socio electoral de Filmus– accedió a debatir con Domingo Cavallo y otros candidatos a jefe de Gobierno que le seguían en intención de voto. Ya no desde un lugar de privilegio en las encuestas, se cruzó después con el propio Macri en la primera vuelta en 2003 y los dos volvieron a confrontar otra vez antes del ballottage.
Macri se ufanaba por estos días de ser “el candidato que más debatió” porque, además de sus duelos con Ibarra, contabiliza el debate que mantuvo con Elisa Carrió y Rafael Bielsa en las legislativas de hace dos años y el que protagonizó con el mismo Filmus y Jorge Telerman antes de la primera vuelta electoral del pasado 3 de junio. Ya no podrá sumar a su cuenta el cruce previsto para mañana con el ministro de Educación. “Es una lástima, porque hubiese sido interesante que los vecinos que no pudieron ver el primer debate sepan de nuestras propuestas ahora”, dijo el candidato de PRO al anunciar su ausencia y desvinculó su decisión de su primacía: “Siempre –afirmó– hemos debatido. Lo hicimos en el 2003, en el 2005 y también en el 2007, cuando las encuestas nos daban ganadores”.
Macri hizo pública su determinación de no debatir durante un encuentro con vecinos en el Café Tortoni. Allí explicó que había tomado esa resolución tras “comprobar el nivel de agresión que desplegó el Gobierno desde el domingo (3 de junio) a la noche” y completó: “Desde ese día comenzaron con amenazas y empapelaron la ciudad con agresiones; con esa actitud del oficialismo y en este contexto no tiene sentido debatir”.
Casi que copió el argumento de hace ocho años de De la Rúa. “En un clima de agravios no hay base para un debate constructivo”, se justificó en su momento el entonces candidato de la Alianza. “No conocemos de ningún insulto personal hacia Macri. Ni mío, ni del presidente (Néstor) Kirchner”, destacó Filmus en contra de los justificativos expuestos por su adversario y señaló que “en un debate por televisión no se pueden discutir otra cosa que no sean ideas y propuestas. El debate no es en la calle”.
Hace días que Macri viene imponiendo nuevas condiciones para presentarse a debatir con Filmus. Representado por Pavlovsky en las negociaciones con el representante de su adversario, Luis Alberto Quevedo, y la producción de A Dos Voces, el candidato de PRO pidió ampliar el temario a tratar, que participaran también del duelo los vices –Gabriela Michetti y Carlos Heller– y que no hubiese cruces libres. Filmus enfatizó que “nosotros aceptamos” todos los planteos y aseguró que Macri llegó a pedir, incluso, “cambiar la fecha porque este miércoles jugaba Boca”.
Favorecido por el resultado de la primera vuelta y también por las encuestas, Macri dudó desde un principio de la conveniencia de enfrentar al candidato kirchnerista ante las cámaras. A su alrededor cuentan que no le cayó bien que “Filmus lo llamó el lunes pasado para felicitarlo y le prometió una campaña limpia y dos horas después Kirchner se despachó con todo en un acto en la Casa Rosada”. Y añaden: “Lo que terminó de decidirlo fue que declarara que el ballottage no se define con propuestas. ¿Entonces, para qué quiere el debate? ¿Para calumniar e injuriar?”
Macri tomó la decisión de no debatir en una reunión de su equipo político a primera hora de la tarde, en la que participó telefónicamente. Pavlovsky llamó de inmediato con TN para avisar y el candidato de PRO aprovechó después un acto de campaña para hacer pública su determinación.
Al anuncio de Macri sobrevino una rápida reacción de Filmus, quien en menos de una hora convocó a los medios en el Hotel NH City, donde pidió a su contrincante que reviera su planteo. Lo acompañaron Quevedo y varios kirchneristas, como el subsecretario de Gestión Pública y coordinador de sus equipos de campaña, Juan Abal Medina; la titular del PAMI, Graciela Ocaña; y el jefe del bloque K en la Legislatura, Diego Kravetz. “Macri se esconde debajo de la pollera de Michetti para no debatir”, manifestó el legislador y añadió que “el problema del patrón del PRO es que lo único que hizo durante la campaña fue estudiar de memoria un librito que le prestó un asesor ecuatoriano y por eso se niega a confrontar.”
“Tiene miedo de salirse del libreto y mostrarse como es”, se sumó Ibarra y apuntó que “para gobernar la ciudad hay que ser responsable y dar la cara. No parecen ser esos los atributos de Macri”. Abal Medina hizo otro aporte: “Macri –expresó– demuestra que no tiene palabra, dado que había asegurado varias veces, ante los televidentes, que iba a debatir.”
No importa qué le digan desde la vereda de enfrente, Macri mandó a decir por vía de sus colaboradores que no cambiará su decisión. Los kirchneristas tratarán de hacerle pagar el mayor costo político posible, pero los macristas evalúan que la imagen de la silla vacía no les restará chances: “Nosotros –sostienen– tenemos diálogo directo con los vecinos”.
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