El gobierno porteño suspendió la consulta popular para la creación de una policía porteña que se realizaría junto al ballottage. La medida llegó después de que los candidatos en carrera, Mauricio Macri y Daniel Filmus, se pronunciaran contra su realización. Luego de destacar que “la creación de una policía local es una prioridad en pos de lograr la plena autonomía”, se anunció que la votación se realizará ahora el 28 de octubre, junto con la elección presidencial. A pesar de que en el entorno de Jorge Telerman destacaron que “se mantuvo la decisión de preguntarle a los vecinos”, lo cierto es que en el mismo comunicado de prensa difundido para hacer pública la medida se afirma que es razonable reformular la consulta “de conformidad con quien resulte electo jefe de Gobierno el próximo 24 de junio”. En buen romance, la última palabra la tendrá el triunfador del ballottage. Lo que transforma a la consulta en algo improbable.

En diálogo con este diario, el procurador general de la Ciudad, Agustín Zbar, defendió la decisión de posponer la consulta. “El objetivo de estas convocatorias es el de crear conciencia para que el tema se incorpore a la agenda pública. Con las actuales discusiones del ballottage eso no es posible”, afirmó Zbar.

Tanto Macri como Filmus habían insistido con que Telerman debía levantar la consulta. El jefe de Gobierno mantuvo su decisión a pesar de que en su gabinete muchas voces se inclinaban por la suspensión. La nueva fecha terminó de madurarse en los últimos días, luego de una serie de reuniones en las que Telerman escuchó las opiniones de Zbar, del secretario de Hacienda, Sergio Beros, y de su secretario de Prensa, Oscar Feito.

En un primer momento se había analizado la posibilidad de convocar la consulta para septiembre. La idea no prosperó, ya que habrían sido muchas las críticas que hubiera recibido. Además del costo de una nueva elección, se hubiera puesto en tela de juicio la maratónica saga de comicios que van a enfrentar los porteños en este año. Eso llevó a decantar la fecha del 28 de octubre como la más viable. En ese momento se concretarán las presidenciales y el costo económico se atenuará.

El macrismo había formulado una objeción que también tuvo su peso en la mesa en la que se terminó decidiendo la postergación de la consulta popular. Como destaca el comunicado del gobierno porteño, “el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad declaró constitucional la convocatoria”. Lo cierto es que también había señalado que la consulta debía realizarse en el mismo sobre en el que los porteños tenían que elegir entre Macri o Filmus. Precisamente los seguidores del ingeniero del PRO objetaron que ese hecho podría interferir o generar situaciones confusas en la segunda vuelta del 24 de junio. El gobierno porteño tomó el guante.

Lo real es que esa decisión no dejó de causar extrañeza en algunos funcionarios del gobierno de la ciudad. En diálogo con este diario, Zbar sostuvo que ese hecho convertía a la consulta en prácticamente obligatoria. Si bien en el Tribunal señalaron que quienes no querían sufragar bastaba que lo hicieran en blanco, el hecho llevaba a no contabilizar precisamente esa opción.

Más allá de la cantidad de ejemplos que se presentan sobre los mecanismos de democracia directa, lo real es que fue el nuevo escenario político el que forzó el cambio de Telerman. “Nosotros pensábamos que Telerman iba a llevar adelante el tema de la consulta popular en la segunda vuelta”, comentó Zbar al momento de explicar por qué se la había planificado para el mismo día del ballottage. Eso ya es historia antigua.