El fiscal Anticorrupción de Suecia, Christer Van der Kwast, intenta encaminar su propia investigación sobre el caso Skanska. Por eso le reclamó información al juez federal Guillermo Montenegro, que tiene a su cargo la causa sobre presuntas coimas pagadas por la constructora sueca en las obras de ampliación de dos gasoductos. “Hasta el momento no he tenido respuesta”, se quejó, en una entrevista radial, el funcionario nórdico. El magistrado, dijeron sus allegados, consideró que quienes deben contestarle son sus pares argentinos: el fiscal que interviene en el expediente, Carlos Stornelli, y el fiscal nacional de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido.

El fiscal Van der Kwast viene recopilando información sobre el tema desde hace algunos meses. Parte le fue entregada por la propia Skanska, contó. También dijo que estuvo “en contacto con algunas de las fuentes que han hecho las denuncias” tanto de Argentina como en otro caso denunciado en Africa. “Pero no tengo todavía estas respuestas por parte del doctor Montenegro, las que necesito para ver si yo puedo iniciar o no un procedimiento judicial contra Skanska”, explicó al hablar en Radio del Plata. “Estoy queriendo tener esa información (...) antes de recibir ese material oficial por parte del juez no puedo hacer absolutamente nada”, enfatizó.

En respuesta a lo que sonó como un reproche hecho y derecho, cerca del juez porteño dijeron que “en todo el mundo un juez se comunica con otro juez y un fiscal anticorrupción se comunica con su par”. En el juzgado aseguraron a este diario que el pedido de informes llegó apenas dos días atrás y que fue girado a Stornelli y a Garrido, para que sean ellos quienes respondan. El primero está de licencia por unos días. El segundo hasta ahora no tuvo intervención –al menos formalmente– en la causa.

Suecia está obligada a investigar si hubo miembros de la casa matriz de Skanska que participaron en el pago de sobornos a funcionarios argentinos. Eso es delito en ese país, que suscribe la Convención contra el Soborno Trasnacional. Sobre este punto, la Oficina Anticorrupción argentina, que es querellante, le había planteado a Montenegro la necesidad de pedir colaboración a las autoridades suecas en la pesquisa. Y señaló la posible responsabilidad de la casa central de Skanska, teniendo en cuenta que en 2006 el entonces director financiero de la filial local, José Alonso, viajó allí para informar sobre las irregularidades detectadas en una auditoría interna y, a su regreso, fue despedido.

“Yo no sé realmente si Skanska, fundamentalmente si ciudadanos suecos están involucrados en este tipo de problemas. Todavía no tengo claro si ésta es una situación que involucra solamente a la sucursal argentina de Skanska o también involucra a la sede central de Skanska en Suecia”, sostuvo Van der Kwast.

Por su investigación interna, la filial argentina de Skanska terminó admitiendo que pagó “comisiones indebidas” por unos 17 millones de pesos. En la grabación del relato de un ex gerente surgía el pago de un 5 por ciento del total que percibía la empresa por tres contratos: un 3 por ciento para el Enargas y un 2 por ciento para Nación Fideicomisos, que administraba los fondos para financiar los proyectos. Para disimular salidas irregulares de dinero y evadir impuestos, la empresa utilizó facturas truchas.

Hasta ahora Montenegro indagó a cinco ex directivos de Skanska y un sexto que sigue en funciones. También al ex titular del ente del gas Fulvio Madaro. El ex gerente del fideicomiso del Banco Nación Néstor Ulloa tiene cita para el 8 de agosto. El magistrado aún no resolvió si imputará al secretario de Energía, Daniel Cameron, señalado por Madaro como quien resolvía todas las contrataciones.