El socialismo marcha hoy hacia un nuevo enfrentamiento. La corriente que lidera el titular del PS nacional, Rubén Giustiniani, pedirá la expulsión del presidente del PS bonaerense, Jorge Rivas, por haber asumido como segundo del jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Algunos reclamarán también la intervención de la provincia. Los dirigentes Ariel Basteiro, Oscar González y el propio Rivas asistirían para defender su postura, más cercana al gobierno nacional. Si se ven cara a cara, el encuentro promete más de un cruce picante.

Desde hace meses que el socialismo se divide en dos posiciones: el sector de Rivas, Basteiro y González se muestra más identificado con el Gobierno, mientras que el de Giustiniani plantea un perfil opositor, a tono con la Coalición Cívica que lidera Lilita, a la que resolvieron apoyar en un congreso nacional del PS.

Durante la última campaña porteña, las divisiones cristalizaron en los apoyos a dos candidaturas. Mientras el ex diputado Héctor Polino, Basteiro y Rivas apoyaban al candidato K Daniel Filmus, el sector del titular de PS Capital Roy Cortina y de Giustiniani se inclinaba por Jorge Telerman, que había cerrado una alianza con Carrió.

Tras la campaña, Polino anunció esta semana una conducción paralela y desconoció la de Cortina, que tiene mandato hasta 2008. En respuesta, el sector de Cortina le armó un desagravio (ver aparte). Allí el ministro de Descentralización porteño aseguró que la conducción paralela es “una maniobra del kirchnerismo para dinamitar el Partido Socialista”.

No tardó en contestarle Basteiro: “Cortina trabaja con una estructura de no menos de 500 ñoquis que dependen del ministerio que él conduce”, denunció el dirigente, que acusó recibo de los afiches de la corriente de Cortina que critican el “borocotazo” de Rivas. “Cortina no puede explicar de dónde saca el dinero para tantos afiches”, aseguró Basteiro.

Las diferencias sobre la posición ante el Gobierno llevaron hace tiempo a que un congreso nacional desaprobara la incorporación de Polino como secretario de Medio Ambiente de Néstor Kirchner. Tras sendos ofrecimientos, tanto Basteiro como Rivas evitaron esta instancia y se respaldaron en la conducción provincial, donde tienen mayoría.

Cuando Basteiro ocupó el lugar del Gobierno en el directorio de Aerolíneas Argentinas, la conducción nacional mandó su caso a la comisión de ética del partido. Allí se estancó el pedido, y no hubo sanciones.

Hoy varios dirigentes pedirán la expulsión de Rivas y la intervención de la provincia de Buenos Aires, pero ninguna de las dos cosas la puede resolver la junta nacional. Por lo tanto, el caso pasará una vez más a una comisión.