Lun 19.08.2002

EL PAíS  › MENEM DEMORA SU RESPUESTA A LA AFIP POR LA CUENTA SUIZA QUE NO DECLARO

¿Qué es exactamente lo que preguntó?

En una maniobra que lo pone al descubierto, el ex presidente pidió una prórroga para contestar sobre el origen de más de 600 mil dólares. La Unidad Especial de Investigación del atentado a la AMIA sostiene que hay otras cuatro cuentas con 33,5 millones de dólares. Junto a la Oficina Anticorrupción, ahora espera la confirmación de Suiza.

Por Raúl Kollmann e Irina Hauser

El ex presidente Carlos Menem puso en marcha una maniobra para demorar su respuesta a la AFIP a raíz de que el organismo tributario le envió un requerimiento preguntándole por la cuenta no declarada de 600 mil dólares que confesó tener en Suiza. Primero, Menem contestó pidiendo prórroga, algo que le hubiera costado la carrera a casi cualquier político del primer mundo. Después pidió que le aclararan a qué manifestaciones públicas se refiere la AFIP haciéndose el distraído respecto de algo obvio: fueron sus dichos a la CNN en los que reconoció que tiene la cuenta en Ginebra. Menem debe contestar esta semana a las preguntas de la AFIP, porque ya vence la prórroga de diez días que le otorgaron. Pero sus problemas no paran ahí: el panorama se agravaría mucho si la Oficina Anticorrupción y la Unidad Especial de Investigación del atentado a la AMIA consiguen que los jueces obtengan respuesta de Suiza respecto de otras cuatro cuentas atribuidas a Menem, Ramón Hernández, Alberto Kohan y el médico personal del riojano, Alejandro Tfeli. La Unidad AMIA sostiene que en esas cuentas hay 33,5 millones de dólares.
Los reclamos de la AFIP a Menem no tienen misterios. El ex presidente dijo públicamente que tiene una cuenta en Suiza en la que hay más de 600 mil dólares y que el origen de los fondos fue la indemnización que cobró en 1986 a raíz de un juicio que le hizo al Estado por los años que estuvo preso durante la dictadura. La AFIP le mandó entonces a Menem un requerimiento preguntándole tres cosas:
- Si es cierto que tiene esa cuenta, que no figura en ninguna de sus declaraciones juradas.
- Cuál es el origen de esos fondos.
- Cómo es que una indemnización de 180 mil dólares se convirtió en 600 mil y por qué no declaró esas utilidades en sus declaraciones del impuesto a las ganancias.
La respuesta de Menem fue insólita, no desde el punto de vista estrictamente tributario o legal, sino ético. El ex presidente pidió prórroga para contestar, con lo que evidencia que está en una situación irregular. De lo contrario, hubiera respondido cómo fueron las cosas y por qué no declaró la cuenta. Pero, además, el riojano le pidió a la AFIP que le aclarara a qué manifestaciones públicas se refiere el organismo cuando le pide aclaraciones sobre la cuenta. La respuesta es obvia: a las que hizo Menem en la CNN admitiendo que tiene la cuenta. En una palabra, el ex presidente respondió con maniobras, claramente fuera de la ética que requeriría la conducta de un ex mandatario.
Como se sabe, el caso de la cuenta de 650 mil dólares, que está en la Unión de Bancos Suizos de Ginebra, llevó también a una causa judicial por omisión maliciosa, un delito que consiste en mentir en la declaración jurada que un funcionario presenta ante la Oficina de Etica Pública. La pena puede estar entre dos semanas y tres años de prisión e inhabilitación absoluta y definitiva para ocupar cargos públicos. Desde el punto de vista de la evasión impositiva, sólo se juzgaría a Menem si se comprueba que dejó de pagar 100 mil pesos en impuestos, algo que difícilmente ocurrirá en el caso de esa cuenta suiza: lo más probable es que tenga que pagar una multa y por supuesto todos los impuestos que no pagó sobre esos fondos. A esto hay que agregarle otro elemento: el dinero lo obtuvo Menem en tiempos en que estaba casado con Zulema Yoma, por lo que queda claro que lo ocultó en el juicio de divorcio.
Las mayores complicaciones que afronta el ex presidente tienen que ver con las otras cuentas que existirían en Suiza. Ya está muy avanzada la investigación sobre los seis millones de dólares que estarían a nombre de Red Sparks Foundation, una fundación inscripta por el secretario del ex presidente, Ramón Hernández. Ni la cuenta ni los fondos figuran en lasdeclaraciones ante la AFIP del poderoso valet, por lo que en ese caso sí se estarán evadiendo más de 100 mil pesos en impuestos y todo irá a la Justicia penal económica: la pena puede ser de prisión efectiva. Por otra parte, la lógica indica que el secretario no pudo haber acuñado semejante fortuna sin que lo hubiera percibido su jefe y por supuesto está también el interrogante sobre quién es el verdadero dueño de los fondos.
Aunque todavía está en los tramos iniciales de la investigación, también a Menem se le viene encima la sospecha sobre otro racimo de cuentas, esta vez por 33,5 millones de dólares. El documento original lo consiguió la Cancillería y lo envió a la Justicia Alejandro Rúa, el titular de la llamada task force, una unidad que sigue investigando el caso AMIA. Esta semana, los familiares de Memoria Activa y la propia AMIA le pidieron al juez Juan José Galeano que enviara un exhorto a Suiza sobre esas cuentas que estarían a nombre de sociedades que tendrían vinculación con Menem, Ramón Hernández, Alberto Kohan y el médico personal de Menem, Alejandro Tfeli. Todo indica que a un requerimiento de Galeano, Suiza deberá contestar casi de inmediato porque se trataría de dinero vinculado con un hecho terrorista.

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