EL PAíS › GUILLERMO TARAPOW, EX MARINO, CANDIDATO DE RODRIGUEZ SAA
Elogia con entusiasmo a Kirchner, pero encabeza en Capital la lista de diputados del puntano. Cuestión de ofertas, explica con sinceridad. Por qué el ex comandante del “Irízar” se dedica a la política y qué opina de la autocrítica de la Armada.
› Por Santiago Rodríguez
Define a Néstor Kirchner como un “gran estratega” y confiesa, incluso, haber quedado “deslumbrado” por sus obras en Santa Cruz, pero a la hora de debutar en la política decidió hacerlo de la mano de Alberto Rodríguez Saá. “Fue el que me ofreció el cargo de mayor relevancia”, explica el ex comandante del rompehielos “Almirante Irízar”, Guillermo Tarapow, que en octubre encabezará la lista de diputados del peronismo disidente en la Capital Federal. “¿Cuáles serían las alternativas?”, pregunta el marino ante el pedido de que se defina en términos ideológicos y dice que, de llegar al Congreso, tratará de alentar la generación de empleo porque “el motor social por excelencia es el trabajo”.
–¿Por qué decidió incursionar en política?
–Sentí que había cumplido un ciclo en la Armada desde la posición más elevada que puede tener uno de sus integrantes: ejerciendo el comando de una unidad. Esta circunstancia con el “Irízar” me puso de pronto en la vidriera no sólo a nivel nacional, sino que las actitudes puestas de manifiesto a bordo trascendieron las fronteras y fueron ejemplos para marinas rectoras del mundo. Cuando uno está en la cumbre de una montaña, cualquier paso que dé significa bajar y se me dio una situación: la mayoría de los partidos políticos tomaron contacto conmigo y todos coincidían que veían que podía hacer algún aporte a la política.
–¿Qué dirigentes políticos lo contactaron?
–Puedo mencionar al que finalmente seleccioné por una cuestión de respeto a todos los demás que vinieron a verme con mucho cariño.
–¿Por qué algunos dentro mismo de la Armada cuestionan su desempeño a bordo del “Irízar”?
–De acuerdo con el Código de Justicia Militar y a la Ley de navegación, yo me tenía que quedar en el buque intentando hasta último momento. Las críticas y los rumores están basados en verdades a medias.
–¿Se sintió maltratado por la Armada?
–No, me sentí muy contento por lo positivo que se decía. Lo negativo no se ajusta a la realidad. Todo lo que pasó en el “Irízar” fue épico y noble.
–¿Qué opina del gobierno de Néstor Kirchner?
–Nuestro Presidente fue un verdadero capitán de tormentas en un momento en que el destino del país era completamente incierto y también fue un brillante gobernador de Santa Cruz. En 1996 quedé deslumbrado por las obras que había hecho en esa provincia y por la visión estratégica que nuestro comandante, o mejor dicho el Presidente, tenía; verdaderamente Kirchner es un gran estratega, un líder, y cumplió con todos los aspectos que tiene la definición de un verdadero estratega.
–Pero a la hora de incursionar en la política usted eligió hacerlo de la mano de Rodríguez Saá.
–Porque fue el que me ofreció el cargo de mayor relevancia.
–O sea que le daba lo mismo y optó por el lugar que le ofrecieron.
–Lo que más me gustó de la elección que tuve fue que Rodríguez Saá esperaba que fuera exactamente igual que durante mis treinta años de vida dentro de la Armada. Voy a conocer San Luis en los próximos días, pero sé de esa provincia por sus comentarios, y es un modelo para toda la Nación; quiero tener un país como San Luis.
–¿Cómo se define usted en términos ideológicos?
–¿Cuáles serían las alternativas?
–¿Es de centroizquierda, de derecha...?
–Durante treinta años de Armada no tuve una sola ideología. Voté por primera vez en el ’83 y nunca voté igual.
–¿Se acuerda a quién votó aquella vez?
–No voy a decir los nombres, pero siempre salió lo que yo quería.
–O sea, siempre votó al ganador.
–Sí. Y nunca tuve dudas a quién votar, lo que no quiere decir que al terminar el mandato me haya sentido satisfecho; esto es como en el paracaidismo, donde se utiliza una frase que dice “todo salto tiene su gloria” y yo creo que todo presidente tiene su momento de gloria.
–¿Qué gloria tiene Carlos Menem?
–Tuvo un primer gobierno que nos hizo sentir a todos muy bien, pero en el segundo no se aprovecharon las condiciones que se habían creado.
–¿Y Alfonsín?
–Lo voté en su momento. En el ’83 me encontraba dando la vuelta al mundo a bordo de la “Fragata Libertad” y lo que veía en el exterior era una exitosa campaña.
–Nos falta Fernando de la Rúa.
–Fue un presidente elegido por todos nosotros. El presidente es la cabeza de una gestión, pero lo tiene que rodear un equipo, así que no juzguemos sólo a los ex presidentes. Todos nos equivocamos, pero no hay duda: la única alternativa para sacar adelante al país es la política. Por eso, como dijo el rabino Sergio Bergman, lo que se necesita es un compromiso constitucional por parte de todos los ciudadanos y la política es el arte de tratar de transformar una situación actual en otra mejor.
–¿Qué opina de la dictadura militar?
–Nos podemos autoflagelar intentando explicar lo que es injustificable de uno, de otro o de todos lados, pero no tenemos que perder de vista que lo que pasó aquí en la Argentina y en Sudamérica fue la colisión entre el bloque de la ex Unión Soviética y el liderado por Estados Unidos.
–¿Comparte las autocríticas que hicieron los jefes de las Fuerzas Armadas?
–Me siento completamente identificado. Toda autocrítica es un proceso de aprendizaje que nos lleva a una situación mejor.
–¿En qué temas piensa trabajar si llega a la Cámara de Diputados?
–La Argentina es un país noble con un increíble potencial humano. El motor social por excelencia es el trabajo, la seguridad es consecuencia; mucha gente que puede estar tentada a delinquir no lo haría si tuviera un trabajo y pudiera llegar a sustentar una vida digna con el sudor de su frente. Tenemos que lograr mejor trabajo y una mejor distribución de la riqueza, lo demás viene por añadidura.
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