El obispo católico Joaquín Piña, emérito de Puerto Iguazú (Misiones), pidió a los políticos de su provincia que “reflexionen”, que “ya mismo suspendan las elecciones municipales” y que, mediante una convocatoria urgente a la Legislatura provincial, “deroguen esta vergüenza de la ley de lemas antes del 28 de octubre”. “Hago este llamado –dijo Piña– en la espera de una respuesta positiva, que permita que la voluntad popular sea honrada y respetada cabalmente”, porque “si no lo fuese, el pueblo se podrá hacer escuchar en la forma que crea más conveniente y seguramente sus voces serán más fuertes que las de este pobre obispo emérito”. Para Piña, “la ley de lemas es un fraude jurídico”.

El obispo hizo estas declaraciones en Buenos Aires, donde el lunes se reunió con el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, a quien también le transmitió su preocupación, sin plantearle “ningún pedido en concreto”, aclaró. Sobre la experiencia del Frente por la Dignidad, que el año pasado terminó con la aspiración reeleccionista del gobernador Carlos Rovira, el obispo dijo que nunca pensó “en encabezar semejante lucha, que parecía una quimera ante semejante poderío económico del oficialismo y el clientelismo”. Pero, agregó: “Ante el insistente pedido de la ciudadanía honesta no tuve otra alternativa que aceptar... A diez meses de aquella circunstancia histórica para Misiones y el país, estamos ante un nuevo atropello a la sociedad”, porque la ley de lemas “es un fraude jurídico y moral, un atropello a la dignidad, la inteligencia y un abuso deshonroso de la paciencia de los misioneros”, apuntó.

En diálogo con Página/12 y actuando como referente del Frente para la Dignidad, Piña se preguntó: “¿No aprendieron nada nuestros políticos del 29 de octubre del año pasado?”. Dijo también que hasta ahora se esperaron “reacciones de autolimitación y de humildad” por parte de otras fuerzas políticas, pero que en lugar de ello “incluso algunos defendieron el sistema y otros pidieron el desdoblamiento de las elecciones, pero sin cambiar las reglas de juego”. Las elecciones municipales, para las únicas que rige la ley de lemas y para las que están inscriptos unos 2 mil sublemas, se realizarán junto con los comicios nacionales, para gobernador y legisladores provinciales, el 28 de octubre.

Según Piña, “algunos prometieron acciones judiciales y otros dijeron que van a revisar la ley el año que viene, cuando el daño ya sea irreparable, pero ninguno de los que tienen en sus manos la solución dijo: es hora de que empiecen a respetar a la gente”. Para el obispo emérito de Iguazú, en todo lo referido a la ley de lemas “hay una real voluntad de perpetuarse en el poder de los mismos de siempre y sin posibilidad de un cambio que exprese la voluntad de los misioneros”, y frente a ello, subrayó: “Hago un llamado a la ciudadanía de defensa de la democracia que, una vez más, está en peligro”.

Piña aclaró que vino a Buenos Aires “por razones religiosas y personales” y no para realizar esta denuncia, desvinculó al Presidente de lo que ocurre en su provincia y añadió que “los problemas de Misiones tienen que resolverlos los misioneros”. Ante el argumento de que no hay tiempo para abolir la ley de lemas, Piña sostuvo que los comicios municipales “se pueden celebrar en noviembre” y dijo enérgicamente que “cuando hay voluntad política es posible, como cuando en 2006 llamaron a elecciones constituyentes y en poquísimos días se armó todo”.