La diplomacia británica planea hacer una presentación ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para ampliar su zona de influencia marítima alrededor de las islas Malvinas. Mientras voceros de la embajada admitieron ayer la existencia del documento, desde la Cancillería argentina minimizaron la noticia y explicaron que también se está elaborando un informe sobre “la misma problemática”, con la postura nacional, “que será presentado antes del 2009, cuando expira el plazo”. Las fuentes consultadas por este diario deslizaron que la propuesta británica “seguramente será desestimada por el mismo reglamento que tiene la ONU”, y que esto “reforzará el reconocimiento del conflicto”, algo que el Reino Unido se esfuerza por desconocer.

El periódico inglés The Guardian informó el sábado que la diplomacia de su país presentará ante las autoridades de la ONU los estudios científicos que vienen realizando sobre la plataforma continental de las islas Malvinas, para fundamentar el pedido de ampliación de 200 a 350 millas la zona de alcance político sobre aguas marítimas.

Fuentes diplomáticas explicaron a Página/12 que para el Estado argentino “no fue una sorpresa. Todos los países estamos preparando la documentación para extender los límites marítimos, y nosotros estamos muy avanzados en la tarea y la presentaremos en tiempo y forma antes de mayo de 2009. Que se presente antes o después no influye en nada”. En el trabajo, que se encuentra en la etapa de procesamiento de los datos recogidos, la presentación argentina incluye en su plataforma continental los archipiélagos de las Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur. “Las reglas de la ONU sobre esta cuestión son claras –añadió la misma fuente–. Cuando existe un diferendo de fondo en cuanto a la soberanía entre dos países, directamente se archiva cualquier pedido hasta que se resuelva, y esto reforzará nuestro reclamo.”

Desde la embajada británica, un vocero sostuvo ante este diario: “El Reino Unido está considerando una presentación ante la comisión de las Naciones Unidas sobre los límites de la plataforma continental de las islas Falklands. Pero todavía no se ha tomado ninguna decisión”, explicó, e insistió en el carácter aún virtual de la petición. También recalcó que los mapas difundidos ayer por la prensa local “exageran el área potencialmente cubierta entre las islas y la Argentina”. En ese sentido, aseguró que el interés británico es expandir su alcance hacia el Este de las islas. “Cualquier presentación que hiciere el Reino Unido estaría en estricto acuerdo con la Convención sobre el Derecho del Mar de Naciones Unidas”, dijo el vocero. “No es un tema nuevo. De hecho, está reglamentado por la convención de Naciones Unidas y ya se han mantenido contactos con los expertos de la Cancillería argentina en 2001, 2004 y se ha propuesto una nueva reunión en 2007.” El plazo previsto por la ONU para que las naciones planteen sus requerimientos con respecto a la Ley del Mar concluye en 2009. Para aquietar las aguas, desde la embajada británica se recordó también que, según el acuerdo internacional, cuando haya presentaciones antagónicas entre dos países, el asunto quedará supeditado a la resolución del conflicto de fondo, es decir, el centrado en la soberanía.

Unos meses después de finalizada la guerra, en 1982, la ONU votó la creación de la Convención sobre el Derecho del Mar y se dispuso que, al ampliarse la zona de influencia sobre aguas internacionales de 200 a 350 millas, los países comenzaran a realizar los estudios y acercaran las propuestas, casi todas apuntando a una futura explotación de recursos naturales como petróleo o gas. Los integrantes del organismo político internacional más importante tomaron esta decisión con el ojo puesto en disminuir la posibilidad de conflictos entre países vecinos y extender el tema hacia la responsabilidad del cuidado del medio ambiente. La disputa por la plataforma submarina es una idea que viene tomando cuerpo a raíz del desarrollo científico-tecnológico que permitió la exploración de zonas que estaban vedadas a la llegada del hombre.