Los jueces en ejercicio Pedro Luis Soria hijo y Héctor Hugo Decastelli deberán ser investigados junto al fiscal Antonio Andrés Raimundi por sus actuaciones en la causa iniciada tras la muerte de Marcos Ibáñez Gatica, quien estuvo detenido en la Unidad Número 9 de La Plata, donde supuestamente se suicidó. La Cámara Federal de esa ciudad dispuso ayer que sean analizadas las conductas de los tres magistrados y confirmó el procesamiento de doce ex agentes del Servicio Penitenciario por los delitos de homicidio, torturas y privación ilegítima de la libertad cometidos a decenas de detenidos en esa cárcel entre 1976 y 1978. Además, ratificó el procesamiento de los médicos Enrique Coris, Luis Favole y Carlos Jurio, por su desempeño en esa unidad, aunque les sostuvo la libertad condicional. En el fallo, la Cámara también pidió que inicie la investigación penal por el comportamiento de los ex jueces Eduardo Francisco Marquardt y Angel Nelky Martínez y el de los médicos Mario Cavazzutti y Arturo Lezcano.

Marcos Ibáñez Gatica ingresó al Hospital Central Penitenciario de Olmos “en estado de coma descerebrado, afebril, pupilas puntiformes... convulsiones tónicas generalizadas... hematoma en cara antero lateral de cuello”. Según el informe de la unidad, dos días antes, el 24 de julio de 1977, había sido sancionado disciplinariamente con cuatro días de aislamiento por “hacer caso omiso a la orden de apurar el paso”. Rogelio Osvaldo Viñas, enfermero de turno, lo encontró en su celda a las 17 horas “colgado de la parte superior de la puerta de reja”, en aparente estado de “ahorcamiento” con la camisa provista por los funcionarios de la Unidad. Su muerte, el 10 de septiembre de ese año, generó dos expedientes penales que luego de pasar por las manos de distintos jueces fueron archivados con el dictamen de sobreseimiento provisional.

“Una persona de Mendoza, que murió en las celdas de castigo, queriendo hacer pasar por un suicidio su muerte, no pudiendo de ninguna forma suicidarse, ya que no había nada como para hacerlo, era imposible que allí pasara un suicidio”, explicó el testigo Jorge Antonio Capella. “Ibáñez fue desnucado durante una paliza y se intentó hacerlo pasar como ahorcado”, relató el ex detenido Eduardo Schaposnik, en 1984. “Ibáñez fue castigado por no afeitarse a tiempo y no salir al recreo. En el calabozo fue brutalmente golpeado tanto por (Raúl) Ribaynera como por su patota. Un baño de agua fría, golpes, baño de agua fría, lo encerraron en la celda”, detalló Luis Rivadeneira, otro testigo.

En la causa llevada adelante por Soria –a cargo del Juzgado Penal Número 6– se dictó el sobreseimiento inmediatamente, cuando todavía ni se había agregado el certificado de defunción de Ibáñez Gatica. El segundo expediente, del que hizo cargo Héctor Decastelli en octubre de 1987, terminó de la misma forma en noviembre de ese año. Con sólo un intento fallido de localizar al sobreviviente Eduardo Schaposnik –también detenido en la Unidad 9– se dictó el sobreseimiento provisional por no resultar “debidamente justificada la perpetración de delito alguno”. La actuación fue consentida por el fiscal de Primera Instancia, Antonio Raimundi, y posteriormente archivada.

Tras el fallo de la Cámara conocido ayer se ratificó el primer procesamiento a agentes del Servicio Penitenciario Provincial que había dictado en mayo de 2006 por el juez federal, Manuel Blanco. Así se confirmaron las detenciones de Abel Dupuy, jefe de la Unidad 9 entre 1976 y 1980; el subjefe Isabelino Vega; el jefe de seguridad del área vigilancia y tratamiento Víctor Ríos; Elbio Cosso, director de seguridad hasta, entre otros.

Informe: Sebastián Abrevaya.