botnia.com.ar es una página de ciberactivismo en la que, con humor negro, la asamblea de Gualeguaychú denuncia a la planta de Fray Bentos. Fue subida a Internet hace diez días y ya está recibiendo unas cuatro mil visitas diarias. Con un diseño idéntico al del sitio oficial, advierte sobre la contaminación en tono de parodia. Abre con una carta firmada por el presidente de la compañía, Erkki Varis, que se enorgullece de decir que la pasta de celulosa fabricada en Botnia jamás será utilizada en Latinoamérica, sino que se exportará al Primer Mundo, “donde tenemos leyes muy estrictas en el cuidado del medio ambiente” y “no toleramos más contaminación, exportando las industrias sucias a los países subdesarrollados”.

Al entrar al sitio, todo es muy parecido a la página web verdadera. La primera señal de que algo raro está pasando es que el cursor se muestra como la manito de un esqueleto. Después, al cliquear en los contenidos, se ve el tono paródico de la página. Por ejemplo con banners con propagandas en solfa, como la oferta de un amplio catálogo de máscaras antigás y de agua mineral “con extra dioxinas, envasada en origen”. Entre las publicidades hay dos menos naif, una de una “Clínica Tabaré de tratamientos oncológicos” (una alusión al presidente uruguayo, cuya profesión justamente es médico oncólogo) que ofrece un 15 por ciento de descuento en tratamientos para el cáncer y otra de Fray Bentos, ciudad promocionada como “Jardín de Paz” con la imagen de cientos de cruces sobre un prado típica de los cementerios privados.

“Buscamos darle un perfil humorístico porque de noticias, el reclamo ya está saturado”, dijo ayer Gustavo Rivollier, uno de los creadores del sitio, en el que trabajó junto a otras seis personas. La iniciativa fue votada en febrero por la asamblea; luego hubo que desarrollarla y tramitar el dominio en la Cancillería, que otorga los permisos para las páginas terminadas en ar. A pesar del revuelo que está provocando, en el ministerio aseguraron que hasta el momento no recibieron quejas oficiales del Uruguay, ni de la empresa.

Rivollier apuntó que los argentinos son los que más entran, seguidos por uruguayos y, en tercer lugar, por los finlandeses. No hubo una campaña para difundirlo, sino que fue pasando a través de mails de particulares.

La página tiene un menú para acceder a items como “Productos”, “Proyectos”, “Descargas” y “Records”. En este último se lee:

u “Somos la pastera con una de las chimeneas más altas del mundo (120 metros de altura). Nuestro majestuoso cilindro expulsará gases tóxicos abarcando una distancia de por lo menos 60 km a la redonda que, con la ayuda de los vientos, llegarán a mucha más distancia.”

En el ítem “Productos” se enumeran el asma (“según estudios proyectados a corto plazo, nuestra empresa será la principal proveedora de esta enfermedad”), cáncer de piel (“Botnia le garantiza a los pobladores y a sus médicos que las indicaciones para los tratamientos oncológicos se escribirán sobre el papel más blanco del mercado”) y cáncer de pulmón (“sin duda, nuestro producto estrella”).

Por otra parte, habla del porqué de la decisión de instalarse en Sudamérica. “La ley en Finlandia es muy estricta y el solo hecho de instalar una planta del tamaño de Botnia superaría el límite ambiental permitido. Un desastre ecológico de una pastera como la que instalaremos en Fray Bentos causaría daños irreversibles en Finlandia, y no queremos que eso suceda”. La página propone a sus lectores que la difundan. “Recomendándola a un amigo, estás ayudando a desarmar la planta.” También ofrece el diseño de una bandera de fondo claro con una hoja como símbolo de la defensa “del agua, aire y tierra de todos”, pensada como una imagen alejada tanto de la bandera argentina como de la uruguaya.

La página web real, la botnia.com, y la sátira entrerriana, botnia.com.ar.